Las cámaras de seguridad de un gimnasio en Tampa, Florida, graban un intento de agresión .Un hombre acosa e intimida a una mujer que había acudido a hacer ejercicio hasta llegar a las manos.
Ella pelea, se defiende, y consigue noquearlo con el teléfono móvil. Son minutos angustiosos que se hacen eternos en una sala vacía, sin poder pedir ayuda.
Ya conocía al agresor, le había visto alguna vez en el gimnasio, así que cuando el asaltante llama a la puerta, le abre. El hombre se acerca, le intenta tocar la cintura y la mujer le empuja. Hace todo lo posible por escapar y tras unos amagos lo consigue.
Mientras la mujer queda atrapada en otra sala, el agresor se abalanza, forcejean y la acaba tirando al suelo. Ella no se rinde, pelea con todas sus fuerzas. El intento de violación dura escasos minutos, pero parece una eternidad.
Finalmente le golpea y consigue escapar, acto seguido la mujer llamó a la policía y pudieron atraparlo. Los agentes se muestran orgullosos de la respuesta que tuvo la chica. No dejó que el miedo la paralizara y peleó con todas sus fuerzas contra el agresor. Un caso como el suyo, aseguran, puede servir de ejemplo.