La familia canadiense que viaja por el mundo antes de que sus hijos pierdan la vista, a punto de acabar la aventura

  • Hace ya más de un año, Edith Lemay y Sebastien Pelletier, canadienses, se propusieron hacer un viaje por el mundo con sus hijos

  • Tres de sus hijos tienen retinitis pigmentosa, una enfermedad congénita que provoca una pérdida gradual de la vista

  • En cuestión de semanas la aventura habrá acabado y los niños volverán al colegio

Hace ya más de un año, Edith Lemay y Sebastien Pelletier, una pareja canadiense se propuso dar la vuelta al mundo como regalo para sus cuatro hijosMia, Colin, Laurent y Leo--, antes de que los tres primeros quedasen ciegos por una rara enfermedad genética. Una emotiva historia que en pocas semanas llegará a su fin.

Mia, de 13 años, fue diagnosticada cuando tenía tres años de retinitis pigmentosa, una condición genética que provoca una pérdida gradual de la vista. Tras ella, diagnosticaron a Colin, de siete; y a Laurent, de cinco. Solo Leo, de nueve, no tendrá la enfermedad.

La idea del viaje surgió tras la recomendación de una especialista

“Al principio no puedes creerlo. Piensas: esto no nos puede estar pasando. Luego te enfadas”, explica Sebastien Pelletier, el padre de la familia.

Una especialista sugirió enseñarles fotos del mundo antes de que se quedaran ciegos y esto les dio una idea. "Decidí que no quería mostrarles una foto de un elefante o una jirafa en un libro, quería mostrárselo pero en la vida real”, expresa la madre, Edith Lemay.

Y así surgió un viaje alrededor del mundo, que la familia inició hace casi un año. Ya han visitado diez países. Ahora en Tailandia, el siguiente en la lista es Nepal.

Aunque algunos ya tienen claro cuál es su experiencia favorita. “Creo que el globo aerostático en Turquía. Fue realmente increíble”, recuerda Mia.

En cuestión de semanas la aventura habrá acabado, los niños volverán al colegio y las danzas tribales de Tanzania o los gigantescos budas dorados de Bangkok se convertirán en recuerdos, unos que con suerte durarán para toda la vida.