Cocinero de “Sopa de putinejos”, el listado de occidentales dedicados a la defensa de Rusia pese a la invasión contra Ucrania

  • El investigador finlandés Pekka Kallioniemi lleva meses señalando en lo que ha llamado 'vatnik soup', expresión que podría traducirse como “sopa de putinistas” o “sopa de putinejos”, a figuras de la política o la comunicación en Occidente dedicadas a distribuir propaganda rusa.

  • “Hay gente que está recibiendo dinero por difundir esa propaganda. Hay que preguntarse si están motivados por algo más que la ideología”, dice a NIUS Kallioniemi.

Pekka Kallioniemi es un tipo de cocinero muy especial. Sólo “cocina” información y lo único que sabe preparar es, que se sepa, la “vatnik soup”. Ese nombre se podría traducir como “sopa de putinistas” o “sopa de putinejos”.

Esas sopas, hasta ahora, son en realidad explicaciones en redes sociales sobre figuras que defienden la agenda y la propaganda del régimen del presidente ruso Vladimir Putin. Para entender el trabajo de este investigador de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Tampere (Finlandia), hay que saber, primero, qué quiere decir la palabra vatnik.

El término alude a una idea estereotípica y peyorativa del patriota ruso en tiempos de Vladimir Putin.Vatnik es un tipo de chaqueta de invierno de los tiempos soviéticos, pero estos días significa, en redes sociales, persona que sigue la propaganda del Kremlin”, explica Kallioniemi a NIUS. “Es la gente a la que le convencen algunas narrativas, o todas las narrativas, de la propaganda rusa”, abunda.

En memes, el vatnik tiene la imagen de un personaje gris hecho polvo que suele aludir, en tiempos de la invasión de Rusia contra Ucrania, al a menudo descuidado – o por lo menos cuestionable – estado de revista de parte de la fuerzas armadas del Ejército de Putin. El vatnik – que se podría traducir como “putinista” o “putinejo” encuentra su némesis en la NAFO que forman esos divertidos perros que sirven de imagen a quienes apoyan a Ucrania en la red de diversas maneras y que luchan contra la propaganda rusa.

Pekka Kallioniemi, que apoya la causa de la NAFO, se ha puesto hace meses con su particular recetario de sopas a señalar a quienes se dedican a que cale la propaganda de Rusia. Desde finales del año pasado, este investigador dedicado a las ciencias de la comunicación, particularmente a cómo es la interacción entre la tecnología y las personas a la hora de comunicar, sirve a su audiencia en redes lo que él llama 'vatnik soup' o “sopa de putinejos”.

En ese plato informativo, prácticamente a diario desde octubre del año pasado, se da a conocer a alguien que podría encajar perfectamente en lo que algunos han llegado a llamar “quinta columna putinista” de Europa.

Algo más que “tontos útiles” para Putin

“No estamos hablando de tontos útiles. Porque a menudo son gente que se ha puesto del lado ruso”, comenta este universitario finlandés. Con el paso de los meses de la brutal agresión rusa contra Ucrania, ha juntado una para nada desdeñable colección de figuras internacionales en esa “sopa de putinejos” en la que hay, sobre todo, figuras de la información del mundo anglosajón, pero también, celebrities, comunicadores y, por su puesto, políticos.

En la lista de personalidades a las que, por lo pronto, ha dedicado sus esfuerzos, no hay españoles, pero en una conversación con Kallioniemi suena el nombre del coronel Pedro Baños, en quien se podrían ver cualidades para verle integrar su 'vatnik soup'. Sea como fuere, Kallioniemi asegura que pronto habrá traducción al español de su trabajo, hasta ahora hecho público en inglés.

“El mundo tiene que saber esto y hablar de la presencia de las voces prorrusas en el mundo occidental. Yo no quiero crucificar a nadie. Todo el mundo tiene derecho a tener su opinión. Pero tenemos que ser conscientes de la influencia de estas personas y si esas personas afectan, por ejemplo, nuestra capacidad de apoyo a Ucrania y nuestras política hacia Rusia”, plantea Kallioniemi.

“Yo sólo quiero decir que hay gente que tiene estas opiniones, pero es que hay gente que también está recibiendo dinero por difundir esa propaganda. Es decir, hay que preguntarse si están motivados por algo más que la ideología. Hay que preguntarse por esto pero sin crucificar a nadie, porque un tesoro que tenemos en el mundo occidental es la libertad de expresión, algo que no existe ni en Rusia ni en China”, abunda el “cocinero de la sopa de putinejos”.

Esta “sopa de putinejos” también presenta abundantes rusos salidos de las esferas de poder del régimen de Putin, como el portavoz del presidente ruso, Dmitry Peskov, el que fuera jefe de Estado ruso y primer ministro ruso, Dimitry Medvedev, algún que otro ministro y ex-ministros rusos, además de oligarcas e influyentes comunicadores del mundo de la televisión de Rusia.

Orbán, el político más destacado, pero no el único

En el listado que está desarrollando Kallioniemi destacan no pocas personalidades occidentales. La presencia de algunas, como el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, estaba asegurada. Orbán es un político que, según recuerda Kallioniemi, viene desarrollando políticas “anti-Islam, anti LGBT, euroescépticas, conservadoras e inspiradas por Putin”.

A su entender, su “amor por la energía rusa” es lo que ha llevado a Orbán a amenazar con poner su veto a las sanciones de la Unión Europea contra Rusia por su ilegal invasión contra Ucrania. Según datos de la Oficina Europea de Estadística (Eurostat), Hungría es de los países más dependientes de los recursos energéticos rusos. El 54% de la energía que importaba el país de Orbán procedía del país de Putin en 2020.

Otro destacado político del este europeo que aparece en la “sopa” de Kallioniemi es el ex-primer ministro eslovaco Robert Fico, quien dimitió en 2018 como jefe del Gobierno de su país tras el asesinato del periodista Jan Kuciak, un reportero especializado en temas de investigación. Kuciak fue asesinado cuando indagaba un supuesto delito de fraude fiscal en el partido de Fico, Dirección-Socialdemócracia (SMER), y las conexiones de esa formación con el crimen organizado italiano.

En general, los ingredientes de la 'vatnik soup' no entienden de ideologías. “Algunos se mueven por intereses económicos, porque hay muchos negocios que hacer en Rusia con materias primas, por ejemplo”, señala Kallioniemi en su entrevista con NIUS. “Pero también hay gente que se dice comunista o de izquierdas que tal vez tenga apego por Rusia por motivos históricos. En la derecha, también, hay gente a la que le gustan algunos valores tradicionales del régimen ruso”, abunda.

Dos primeros ministros finlandeses y un ex asesor de Donald Trump

Casi habla de primera mano Kallioniemi cuando mete en su “sopa de putinejos” al socialdemócrata Paavo Lipponen, que fue primer ministro de Finlandia entre 1995 y 2003. Después de hacer carrera en política, Lipponen se dedicó a los negocios y, según recuerda Kallioniemi, entre 2008 y 2022, este político hacía de lobista para la firma rusa rusa Gazprom, propietaria de los gasoductos Nord Stream.

“Este trabajo se lo ofrecieron dos alemanes y 'mejores amigos' de Putin, el ex-canciller Gerhard Schröder y el otrora agente de la Stasi Matthias Warnig”, escribe Kallioniemi. Lipponen no está sólo. Su predecesor, el centrista Esko Aho, también tiene un sitio en el listado de la putinista sopa del investigador de la Universidad de Tampere.

“Los casos de Lipponen y Aho son los que más me han sorprendido, uno tiende a pesar que nuestro país no estaba tan influenciado por el dinero ruso. Pero lo está”, según Kallioniemi. De la mano de la primera ministra Sanna Marin, Finlandia figura actualmente entre los países más combativos frente a la lógica neo-imperialista del Kremlin.

La “sopa de putinejos” de Kallioniemi también tiene importantes ingredientes del otro lado del Océano Atlántico. De Estados Unidos, seguramente el más notorio sea el perfil del ex-asesor de Donald Trump que fue clave en su camino a la Casa Blanca Paul Manafort.

Conectado con oligarcas ucranianos y con sectores de la política prorrusa de Ucrania, Manafort estuvo en el punto de mira del FBI, entre otros motivos, por su responsabilidad en el oscurecimiento del papel de la intromisión rusa en la elección del que fuera presidente de Estados Unidos entre 2016 y 2020. Manafort ha sido condenado por fraude fiscal, entre otras cosas, a un total de siete años y medio de cárcel. En diciembre de 2020, Manafort recibió el perdón presidencial de Trump y quedó en libertad.

Políticos menos conocidos y una larga retahíla de comunicadores

Al margen de estos políticos de primer nivel, en el trabajo de Kallioniemi, que está en busca de apoyos a través de una página web de microfinanciación colectiva, también los hay menos conocidos. Por lo que ha descubierto este investigador, en la izquierda de la izquierda española han de conocer bien a eurodiputados como los izquierdistas irlandeses Clare Daly o Mick Wallace, señalados también en la sopa del investigador finlandés.

Éstos, habituales críticos de Occidente, Estados Unidos y la Unión Europea, fueron noticia en junio de 2021 por viajar “sin mandato ni permiso de la UE” como “observadores” de las últimas grandes citas electorales de Venezuela y Ecuador. Aquellos viajes les costaron una sanción de la Eurocámara.

Con todo, no son políticos los ingredientes más abundantes de la “sopa” de Kallioniemi. Lo que más abundan son comunicadores. Los hay, sobre todo, en Estados Unidos, aunque también junta el investigador finlandés a “periodistas independientes” de Canadá, Francia, Portugal y hasta de Australia. Por ejemplo, según destaca Kallioniemi, ahí está la periodista y activista canado-estadouindense Eva Barlett, una habitual del órgano de propaganda ruso Russia Today.

“Ella tiene una audiencia importante, pero no es alguien que cuestione sus fuentes y luego, también, se inventa cosas. Para mí gente así no son periodistas sino propagandistas”, denuncia el cocinero de la 'vatnik soup'. Para contrastar el trabajo de comunicadores como Barlett, Kallioniemi cuenta con una nutrida lista de fuentes propias.

Como celebrity más destacada del mundo anglosajón figura el ex parlamentario británico George Galloway, al que también se ha visto trabajar en Russia Today y en una edición del Gran Hermano en la televisión de su país. Entre las lindezas que Galloway ha dedicado al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, figura la de “actor porno-farlopero-travesti” convertido en “Espartaco”, recoge Kalloniemi.

El 14 de febrero de 2022, Galloway, al que siguen cientos de miles de personas en redes sociales, afirmaba que Rusia no iba a invadir Ucrania. Su previsión lleva más de un año equivocada. Eso no significa, para nada, que el trabajo de Kallioniemi pueda darse por terminado. Al contrario, su “sopa putinejos” no para de crecer.