Los forenses han hallado los cadáveres de cinco personas enterrados en el jardín de la casa de los detenidos. Todos tienen un tiro en la cabeza. Las víctimas de la pareja eran siempre personas aisladas y sin demasiados amigos. Así nadie les echaría en falta. Se ganaban su confianza y luego los asesinaban.
Al principio el objetivo era el robo. Después se convirtió en una conducta psicópata. El estadounidense William Dathar Holbert ha reconocido haber matado a cinco personas.
"Se ha logrado localizar restos humanos que corresponde con lo que se está buscando en las investigaciones", ha dicho José Vicente Pachar, del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Panamá (IMELCF).
Los restos serán analizados para determinar su identidad, el tiempo y la causa de su muerte.
El fiscal auxiliar de Panamá, Ángel Calderón, ha explicado que Holbert ha dado detalles de cómo asesinó a cinco compatriotas suyos en Bocas del Toro, provincia fronteriza con Costa Rica.
El estadounidense, que se había identificado como William Cortéz, y su compañera, Laura Reese, no Jena Seana como se decía llamar, fueron detenidos en Nicaragua y deportados a Panamá el jueves pasado e interrogados el viernes.
Holbert ha confesado que había dado muerte a Cheryl Lynn Hughes y a Bo Icelar, estadounidenses radicados en Bocas del Toro, para quedarse con sus propiedades y fortuna. Además, el detenido ha reconocido que en 2008 asesinó a otros tres estadounidenses, Mike Brown, su esposa y su hijo, con el mismo fin.
De acuerdo con las investigaciones, Brown se llamaba realmente Marcos Francis Allen y era buscado por las autoridades estadounidenses desde 1979 acusado de los delitos de narcotráfico y secuestro.
Holbert ha sido acusado de homicidio y falsificación de documentos por las autoridades panameñas, mientras su pareja lo ha sido por homicidio.
Respecto a dos indígenas que trabajaron para el estadounidense, cuyo paradero se desconoce, Holbert niega haberles dado muerte. EBP