Antes de someterse a la operación, esta joven británica de North Yorkshire pesaba 215 kilos por lo que los médicos la advirtieron de los peligros que podría sufrir si no lograba rebajar el peso.
Según publica el diario Daily Mail, los doctores aseguraron que debía eliminar 120 kilos o, de lo contrario, podría morir en cuestión de meses.
Así, Malissa decidió someterse a una operación de bypass gástrico. Se convirtió en la persona más joven del mundo en someterse a una intervención de este tipo.
Pese al riesgo, Malissa superó con éxito la operación y consiguió perder en un año más de la mitad de su peso corporal.
Su vida comenzaba a cambiar, incluso, logró quedarse embarazada aunque seis meses después perdió al bebé que esperaba tras sufrir una insuficiencia hepática.
Los médicos entonces revelaron que la joven tenía problemas para alimentarse. Así, Malissa comenzó a perder el interés por la comida que le llevó a padecer anorexia.
Ya en 2009, la propia Malissa llegó a decir que se arrepentía de haberse operado. "Puedo paracer una ingrata, pero prefiero mi cuerpo cuando estaba gorda", sentenció.
Ahora, la que fuera una de las adolescentes más gordas de Reino Unido pesa sólo 51 kilos y lucha para no acabar con su vida por no alimentarse como debiera. Los médicos le han advertido de que podría morir en menos de seis meses si no consigue aumentar de peso y llevar una alimentación adecuada EPF