Cuatro años después del referéndum en el que la mayoría de Grecia gritó oxi, es decir, no a la Troika, el pasado domingo 7 de julio dijeron lo mismo, pero a Alexis Tsipras. Las elecciones anticipadas han terminado con la victoria del partido Nueva Democracia (ND) de Kyriakos Mitsotakis con un 39,7 por ciento de votos frente al 31,6 por ciento de la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA) del primer ministro saliente.
El político de izquierdas llegó hace cuatro años para acabar con la corrupción y plantar cara a la austeridad que le imponían desde Bruselas. Sin embargo, al final no solo tuvo que aceptar que Grecia fuera rescatada, sino que además lo hizo con unas condiciones aún más duras de las que rechazaron en aquel referéndum. El primer pulso de los muchos que ha perdido Tsipras en este tiempo-
Un doloroso camino de recortes, bajadas de pensiones y subidas de impuestos en el que al final Grecia incluso a logrado crecer ligeramente. Sin embargo, los ciudadanos no han perdonado a Tsipras y su rendición ante la Troika. Tampoco el reciente acuerdo con Macedonia del Norte sobre el nombre del pais vecino, considerado una traición y que sirvió como remate para incendiar los ánimos nacionalistas.