Se llama Kenner y tiene 10 años y es hijo de una inmigrante guatemalteca. Por el momento viven juntos en Nueva York, pero la mujer será deportada en breve a Guatemala al carecer de documentos legales. Entre lágrimas y con la voz entrecortada, el niño cuenta su angustia de imaginar la cotidianidad de su vida, sin su madre.
Levantarse de la cama, desayunar, ir a la escuela, cosas que siempre hace con la ayuda de ella. "No puedo imaginar vivir lejos de ella", dice el niño ante los medios, asegurando que él también es víctima de la política migratoria abanderada por Donald Trump.
La madre, también explicó su dolor, su preocupación por sus hijos. "Qué será de ellos", "estaremos separados" se pregunta.emocionada.
Las fuertes presiones en EEUU y entre líderes políticos de todo el mundo han obligado al presidente de EEUU a recular sobre la separación de las familias de inmigrantes sin documentos para permanecer en el país.
Sin embargo, las manifestaciones en las grandes ciudades han continuado para que todos los niños, también los que han sido separados antes de la nueva ley puedan reunirse con sus padres.