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Miles de argentinos tomaron este viernes las calles de Buenos Aires para reclamar un aumento en los salarios mientras el peso sufría un nuevo desplome del 5%, cerrando el peor mes de su historia.
La devaluación de la moneda de la tercera economía latinoamericana llega después de que la agencia de calificación Standard & Poors anunciase su decisión de rebajar la nota de la deuda argentina a largo plazo a "bono basura". El desencadenante de esta nueva crisis ha sido la extensión del vencimiento de bonos por valor de 100.000 millones de dólares decretada esta misma semana.
El anuncio del gobierno se produce después del varapalo electoral que el presidente Mauricio Macri se llevó en las primarias obligatorias a mediados de mes frente al peronismo. Una decisión que los mercados han interpretado como una huida hacia adelante del presidente argentino.
La extensión de la caducidad de los bonos y la refinanciación de la deuda millonaria anunciada este mismo jueves por Macri ha provocado una salida de capital que ha obligado a algunos fondos de inversión a levantar corralitos temporales. En una entrevista concedida al Wall Street Journal, el candidato peronista y máximo favorito en las generales del próximo mes de octubre, Alberto Fernádez, asegura que "Argentina está en un default virtual, escondido".
Ante esta situación, el Banco Central de la República Argentina anunció el viernes que los bancos deberán contar con su autorización antes de mandar fondos a sus filiales y sucursales en el extranjero. Según informa el diario Clarín, la medida del BCRA intenta frenar la caída de reservas, que ronda ya los 12.000 millones de dólares.
En medio de esta nueva crisis, con la economía en caída y el consumo estancado, y con la amenaza de un nuevo corralito corralitoa los fondos de los ahorradores, los sindicatos mantienen un duro pulso con el gobierno. En un intento de reconducir la situación antes de las elecciones generales, Macri anunció esta semana una subida del salario mínimo de hasta un 35%, pero la propuesta del gobierno sigue sin satisfacer las exigencias de los sindicatos y mantendrán sus movilizaciones.
El presidente Macri, por su parte, llamaba a la prudencia en un mensaje enviado a través de su cuenta de Twitter.