Boris Johnson mejora, ya camina, pero su padre dice que tendrá de descansar antes de volver al trabajo

  • Abandonó el jueves la unidad de cuidados intensivos

  • Johnson ya da pequeños paseos y habla con los médicos sobre el impacto del virus

Es bastante probable que Johnson se tome más en serio que nunca ahora el coronavirus ante unos inicios en que aventuró que salir a la calle fomentaría la inmunidad. El error lo paga su país y él mismo en un hospital, aunque parece que lo peor para el primer ministro, cuya enfermedad ha elevado la estima sobre su figura, ha pasado.

El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, sigue ingresado en el hospital londinense de St. Thomas, donde está "en fase temprana" de recuperación de la COVID-19, ya da pequeños paseos y agradece las labores de los médicos, informó este viernes su portavoz oficial. La fuente recordó que el jefe del Gobierno ha sido trasladado a una planta del centro después de abandonar el jueves la unidad de cuidados intensivos (UVI), donde pasó tres noches después de que empeoraran sus síntomas. "Sigue con muy buen ánimo", afirmó la portavoz, al dar el parte diario sobre el estado del líder conservador, de 55 años.

El padre de Johnson: de tomarse copas en el bar al miedo al coronavirus

Previamente, Stanley Johnson, padre del primer ministro, advirtió de que su hijo "debe tomarse un tiempo" y "descansar" antes de volver a su puesto al frente del Ejecutivo. El padre de Johnson también se tomó a risa el virus y dijo que él iría a tomar pintas cuando le apeteciera. No parece que ahora opine lo mismo. En declaraciones a BBC Radio 4, el exdiputado, de 79 años, dijo que el hecho de que abandonara ayer la UCI no significa que "se pueda decir que está fuera de peligro". El virus ya le da más miedo.

"Debe tomarse un tiempo. No creo que puedas salir de esta y meterte directo en Downing Street (sede del Gobierno) y tomar las riendas sin un periodo de reajuste", afirmó el antiguo empleado de la Comisión Europea y el Banco Mundial.

El primer ministro ingresó en el St. Thomas el pasado 5 de abril por el agravamiento de los síntomas de la enfermedad del coronavirus, que se le diagnosticó el 27 de marzo. Durante su ingreso, ha asumido temporalmente el liderazgo del Gobierno el ministro de Asuntos Exteriores, Dominic Raab, que ayer informó de que el número de fallecidos en este país por la COVID-19 asciende a 7.978.

El titular de Exteriores recalcó que todavía no se atisba el pico de la epidemia en este país, por lo que las medidas de confinamiento se mantendrán más allá del próximo lunes, cuando termina el periodo de tres semanas inicial decretado por el Ejecutivo.