Pasajeras australianas se quejan de "exámenes invasivos" de sus genitales en el aeropuerto de Qatar

  • El Gobierno de Australia ha transmitido a las autoridades de Qatar sus "serias preocupaciones", tras las quejas

  • 13 mujeres australianas fueron obligadas a bajar del avión y sometidas a una "invasiva" exploración genital.

  • El hallazgo de un bebé prematuro en uno de los baños del aeropuerto desató el control de las autoridades cataríes

El Gobierno de Australia ha transmitido a Qatar sus "serias preocupaciones", tras las quejas de un grupo de mujeres australianas sometidas a "exámenes invasivos" en el aeropuerto de Doha, después de que un bebé prematuro fuera hallado en uno de los baños de la terminal.

Las pasajeras de un vuelo desde Doha a Sidney fueron obligadas a bajar del avión para someterse a una "invasiva" exploración genital. La ministra de Asuntos Exteriores, Marise Payne, que calificó de "hechos tremendamente perturbadores", ha explicado este lunes que el Gobierno se está tomando muy en serio lo ocurrido, a principios de mes.

El Aeropuerto Internacional de Hamad, en la capital qatarí ha informado en un comunicado que "los profesionales médicos expresaron su preocupación a los funcionarios del aeropuerto por la salud y el bienestar de una madre que acababa de dar a luz" por ello solicitaron que la identificaran "antes de partir".

"En este momento, el recién nacido a salvo bajo el cuidado profesional de médicos y sociales", dice el comunicado que ha publicado la cadena australiana ABC, y en el que se apunta que la madre tampoco ha sido localizada.

"Este es un incidente extraordinario. Nunca había oído que algo así sucediera en mi vida", ha dicho Payne, quien ha anunciado que las autoridades de Qatar "pronto proporcionarán información detallada y transparente sobre el caso" al Gobierno australiano.

La Policía de Nueva Gales del Sur ha señalado que las afectadas han estado en todo momento atendidas por los servicios médicos y de psicólogos una vez aterrizaron en Sidney, donde tuvieron que cumplir a su vez una cuarentena obligatoria de catorce días, con motivo de la crisis del coronavirus.

Desde la oposición laborista al Gobierno del presidente conservador, Scott Morrison, se ha exigido "más que palabras fuertes" para exigir responsabilidades a las autoridades de Qatar ante este incidente "realmente inquietante".