Las investigaciones comenzaron tras observar que una misma persona había adquirido en diferentes días y lugares varias unidades de un modelo de arma detonadora y sospechar que su objetivo era manipularlas y convertirlas en armas de fuego.
Los agentes localizaron a esta persona en la barriada sevillana de Torreblanca y descubrieron que "en breve" podría tener lugar la venta de una de estas armas transformadas, por lo que establecieron un dispositivo para tener controlado al sospechoso.
Durante este dispositivo, en colaboración con la Policía Local, se registró un vehículo en el que se localizó una bolsa con un arma corta, con cinco cartuchos de munición real, y se detuvo a O.G.V. de 31 años, vecino de Torreblanca, al que se le imputan los supuestos delitos de tenencia ilícita, tráfico y comercialización de arma.
En su vivienda se localizaron cinco armas cortas detonadoras de 9 milímetros modificadas para hacer fuego, otras dos sin modificar, un arma corta de avancarga con cañón modificado, dos revólveres, uno manipulado y otro deteriorado, una pistola de calibre 45, abundante munición, herramientas para la manipulación de las armas y piezas de de distintas armas.
Las investigaciones posteriores permitieron identificar y detener a otros tres implicados en supuestos delitos de tráfico de armas: P.C.G.R., de 35 años, J.B.R., de 21, e I.H.R. 28 años.
También se ha identificado a otros individuos que se habrían estado encargando de comprar las armas y ponerlas a su nombre cuando no lo hacía el cabecilla para evitar levantar sospechas y no se descartan futuras detenciones.
Según la fuente, los implicados compraban armas detonadoras y las manipulaban para su uso con munición real o con munición detonadora previamente manipulada para permitir lanzar proyectiles.