Los dos militares malteses que mataron a un inmigrante "porque era negro" se declaran no culpables

  • La víctima fue tiroteada desde un coche

  • La Fiscalía les acusa de un delito de homicidio agravado con motivaciones racistas

  • Otros dos inmigrantes resultaron heridos

Los dos militares malteses a los que detuvieron por la muerte de un inmigrante, al que dispararon en abril "porque era negro", según su propia declaración, se han declarado no culpables del delito de asesinato que se les imputa. La víctima fue tiroteada desde un coche en marcha en el sur de Malta. Otros dos inmigrantes resultaron heridos.

Se trata de Francesco Fenech, de 21 años, y Lorin Scicluna, de 22. La Fiscalía les acusa de un delito de homicidio agravado con motivaciones racistas, de incitación al odio por motivo de raza, disparar un arma de fuego en un lugar público y hacerlo sin licencia, utilizar un coche sin matrículas y de cometer delitos que supuestamente debían evitar, delitos por los que podrían ser condenados a cadena perpetua.

Además están acusados de un atropello en el que un inmigrante chadiano resultó herido grave el pasado 1 de febrero y de disparar a dos pájaros y a varios gatos. Scicluna está además acusado de violar la libertad condicional por otro caso.

Un inspector de la Policía, Keith Arnaud, ha explicado al tribunal que Scicluna fue detenido en la mañana del viernes, mientras que Fenech fue arrestado el sábado. "Hay pruebas de que estaban en la escena del crimen, de que dispararon y de que están implicados en el atropello anterior", ha testificado.

De confirmarse, este sería el primer asesinato con móvil racista en Malta, ya que uno de los detenidos ha reconocido que dispararon contra los inmigrantes "solo porque eran negros".

La víctima es el marfileño Lassana Cissé, tiroteado el 6 de abril en un incidente que provocó indignación en gran parte de la sociedad maltesa y miedo entre los inmigrantes. Además resultaron heridos un gineano de 27 años y un gambiano de 28.

El primer ministro maltés, Joseph Muscat, ha señalado que este incidente es una oportunidad para que el país "plante un árbol de esperanza" porque "no representa al país ni a su gente". "Todos y cada uno de nosotros deberíamos formar parte de este cambio. Sí, seguirá habiendo problemas de integración, pero con la integración evitaremos situaciones así en el futuro", ha argumentado, al tiempo que ha alertado de los riesgos de "la narrativa del nosotros y ellos".