Lo curioso de este caso es que Comeaux se las ingenió para fingir durante diez años que era paralítico, por lo que usaba una silla de ruedas. Pero, durante una visita al médico logró huir a pie ante el atónito de los presentes, incluidos los dos guardias civiles a quien tomó como rehenes.
Durante una semana, más de cien policías le han seguido la pista hasta atraparle, al tiempo que ha quedado en entredicho el sistema penitenciario de Texas al no darse cuenta durante tanto tiempo que uno de sus reos fingía una enfermedad.
En el momento del suceso, fingió un ataque cerebral, sacó dos armas, les quitó las suyas a los agentes y salió uniformado como uno de ellos.
Entró en la cárcel por primera vez en 1979 por una violación y desde entonces ha sido condenado en cuatro ocasiones más, por varias violaciones, por abusar sexualmente de varios niños y (la ultima vez) por tratar de matar a su mujer durante una visita en la cárcel.
En esa ocasión, empleó la silla de ruedas para empujarla contra la pared y acuchillarla.
Los agentes que lo han detenido están orgullosos de enviarlo de nuevo a prisión. Fue un vecino de Huston quien lo vio durmiendo en un almacén y llamó a la policía. RSO