Escenario de guerra en Dijon, Francia. La gente cree que está viendo una película de acción en plena calle pero es real. Desde el viernes pasado, las calles de esta ciudad francesa viven los terribles enfrentamientos a muerte entre bandas de chechenos y argelinos. La ciudad francesa de Dijon está sufriendo una auténtica 'guerra de guerrillas' entre clanes rivales que se están enfrentando incluso con armas automáticas y vestidos para el combate. Enfrentamientos que acaban con coches ardiendo, barricas, calles cortadas.
Los motivos de esta aparente disputa étnica todavía no están del todo claros, aunque algunos medios franceses apuntan a una posible paliza a un joven checheno de 16 años, que quedó herido de gravedad, por parte de un grupo de ciudadanos de origen argelino. Según la prensa gala, el apaleamiento estuvo motivado por un asunto de drogas.
El viernes por la noche un centenar de hombres encapuchados y armados con bates de béisbol hicieron irrupción en pleno centro de Dijon. El sábado y el domingo los enfrentamientos se trasladaron al barrio de Grésilles. Entre los heridos, el dueño de una pizzería, que se encuentra grave por impactos de bala.
En medio de una lluvia de críticas, por la decisión de las autoridades de no intervenir en los disturbios, supuestamente para no empeorar la situación, pero ha tenido que rectificar y Macron ha tenido que mover ficha.
El secretario de Estado de Interior, Laurent Nuñez, ha prometido este martes en Dijon que la respuesta será "extremadamente firme" tras los violentos enfrentamientos en el barrio popular de Grésilles entre personas de origen checheno con otras comunidades por un ajuste de cuentas. "Los delincuentes que han exhibido armas o que han cometido violencias no se quedarán sin castigo", aseguró Nuñez, quien calificó lo ocurrido de "intolerable".