Sorprendente hallazgo en Austria: dos bebés gemelos enterrados juntos hace 31.000 años

  • La tumba gemela estaba protegida por el omóplato de un mamut y estaba bien conservada

  • Es un patrimonio mundial de importancia excepcional

  • Es un entierro múltiple del Paleolítico

La imagen de los restos recuerda a un momento doloroso. Es el doble entierro de dos bebés gemelos que datan de hace 31.000 años. Se han encontrado en Austria. Se han encontrado en el yacimiento de Wachtberg en Krems an der Donau. ¿Cómo se han podido encontrar restos, se preguntarán muchos? La tumba gemela estaba protegida por el omóplato de un mamut y estaba bien conservada.

Debido a la pequeña cantidad de entierros de bebés de la época de los humanos anatómicamente modernos tempranos del Paleolítico tardío que se han encontrado, el hallazgo es un patrimonio mundial de importancia excepcional para responder preguntas sobre el desarrollo y la evolución sobre nuestra especie.

Las distintas edades de muerte de los infantes de la fosa doble, que podrían ser identificados como gemelos idénticos, confirma el fenómeno histórico-cultural de la reapertura de una fosa con fines de entierro, hasta ahora desconocido para el Paleolítico. El análisis genético molecular pudo mostrar que el doble entierro involucró a gemelos varones monocigotos (idénticos). Esta es la "primera prueba genética molecular verificada y la más temprana de nacimiento de gemelos", confirma Ron Pinhasi, de la Universidad de Viena.

"Descubrir un enterramiento múltiple del Paleolítico es una especialidad en sí misma. El hecho de que se pudiera extraer ADN antiguo suficiente y de alta calidad de los frágiles restos óseos del niño para un análisis del genoma superó todas nuestras expectativas", informa en un comunicado Maria Teschler-Nicola del Museo de Historia Natural de Viena.

También se examinó la edad de muerte de los bebés. Para la evaluación se utilizaron los incisivos deciduos laterales superiores, se recolectaron datos métricos, se realizaron preparaciones histológicas de cortes finos, se realizó un análisis de microtomografía computarizada y reconstrucciones 3D, y se realizaron análisis químicos. Se concluyó que mientras que un bebé sobrevivió al nacimiento a las 6-7 semanas, el otro aparentemente murió al nacer o poco después. Los diferentes tiempos de muerte de los gemelos también pueden explicar la diferente ubicación de los restos físicos de los dos bebés. El bebé de 6-7 semanas es, por tanto, el “nuevo entierro”. Esto presupone que se llevó a cabo una reapertura de la tumba, un hallazgo histórico-cultural de gran relevancia, ya que amplía el espectro previamente conocido de prácticas funerarias.