Un niño de 12 años, dispuesto a “caer luchando” con su bate en el último tiroteo en una escuela de EEUU

  • Estados Unidos lleva ya 15 tiroteos en centros educativos este años

  • El tiroteo dejó un muerto y ocho heridos

  • La víctima mortal murió arremetiendo contra un atacante

El terror y la tragedia volvían a hacer acto de presencia en un centro educativo de Estados Unidos: dos personas irrumpían este martes en el STEM School Highlands Ranch, en el estado de Colorado, y abrían fuego contra los alumnosColoradoabrían fuego contra los alumnos sembrando el pánico en dos aulas. Los gritos, los disparos, una alarma y el sonido de cristales rotos se apoderaron del centro al tiempo en que los jóvenes allí presentes entraban en shock. “Fue caótico. La mayoría no sabía qué hacer”, explica a CNN el pequeño Nate, que con sus 12 años fue testigo junto a sus compañeros del enésimo tiroteo en Estados Unidos; el decimoquinto en lo que va de año.

Los actos heroicos que evitaron una tragedia mayor

En medio de esos momentos de terror, Nate, pese a su corta edad, estaba decidido a plantar cara a los agresores. “Tenía en mi mano un bate de béisbol de metal por si acaso. Porque si iba a caer iba a caer pelando”, ha contado. No obstante, no era el único preparado para arremeter contra los atacantes. Kendrick Castillo, otro alumno, de 18 años, se encontraba en clase de literatura británica cuando uno de los tiradores sacó una pistola exigiendo que nadie se moviese. Kendrick no se lo pensó y arremetió contra él, mientras otros tres alumnos se sumaron en la carga contra el atacante intentando someterlo y dando tiempo al resto de la clase a escapar del aula. Kendrick murió en ese heroico acto con el que consiguieron salvar a muchos compañeros. Fue la única víctima mortal del tiroteo, en el que otros ocho estudiantes recibieron disparos, aunque sobrevivieron.

“Sé que por hacer lo que hizo otros están vivos, y doy las gracias a Dios por eso. Le amo. Es un héroe y siempre lo será”, ha dicho su padre, John Castillo, en declaraciones recogidas por CNN.

“Necesitamos hacer un cambio”

La situación en el STEM School, donde se imparte educación desde la guardería hasta la secundaria, revivió el drama de tiroteos pasados, volviendo a revelar un grave problema que cada vez afecta con más frecuencia a Estados Unidos. Mientras los alumnos eran presos del pavor desatado en el interior del recinto, los familiares, sumidos en la incertidumbre, hubieron de esperar hasta 5 horas hasta poder reunirse con sus hijos. El padre de Nate, afortunadamente, supo antes de eso que su pequeño estaba bien porque el menor se las arregló para llamarle con un teléfono móvil. “Le dije que fuese valiente. Que le amaba y que ya estaba en camino”, ha contado el progenitor, feliz tras reunirse con su hijo, pero muy preocupado ante la gravedad de estos sucesos. Con esta, es la tercera vez que tiene que recoger a su hijo bajo este tipo de circunstancias; la primera en la que su hijo no solo es testigo de los hechos sino también superviviente de la tragedia.

“Suficiente es suficiente. Necesitamos hacer un cambio y necesitamos hacer algo o de lo contrario seguiremos fallando a nuestros niños”, ha denunciado, pidiendo medidas para evitar la proliferación de este tipo de sucesos, que vuelven inevitablemente a poner sobre la mesa el debate de las armas en el país.