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Un niño de un año se encontraba en la entrada de su casa cuando su padre fue a arrancar el coche y lo atropelló sin querer. El pequeño ha perdido la vida a causa del golpe en Carolina del Norte, EEUU.
Los padres del menor creían que el niño estaba dentro de la casa, pero debió salir en un descuido de los progenitores.
Hace unas semanas se producía también en EEUU un atropello masivo que provocaba varios muertos y 12 niños heridos en un desfile navideño de Wisconsin.
El padre del menor arrancó el vehículo y comenzó a avanzar con él cuando escuchó un grito que reconoció y salió inmediatamente del coche. Fuera estaba ya su hijo pequeño tumbado en el suelo y herido de gravedad. El niño fue trasladado de urgencia con un helicóptero para que pudiera ser operado lo antes posible, pero no se consiguió salvar su vida murió a causa de las graves heridas.
No se han presentado cargos contra el padre, aunque aún continúa la investigación policial.
Por otro lado, la familia del pequeño, aunque sin que se lo haya pedido los padres, están recaudando fondos para financiar el funeral del niño. Por lo que en una página de GoFundMe, creada por la prima del pequeño Mateo, Carolina Noriega, se han recaudado casi 5.000 dólares para ayudar a los progenitores.
Lo primero que se debe hacer en caso de accidente de tráfico o atropello es avisar al 112 Servicio de Emergencias para informar de la situación, es necesario aportar una serie de datos: dar una localización lo más exacta posible (calle, número, punto kilométrico o cualquier detalle que pueda ayudar en la ubicación), número de heridos y estado en el que se encuentran, circunstancias especiales y no colgar hasta que la central no dé su confirmación.
A pesar de haber alertado a emergencias, no hay que abandonar al herido, sino permanecer a su lado. Si este se haya consciente, hay que intentar tranquilizarlo. Después, solo en caso de saber cuál es el procedimiento exacto y necesitarlo, se le realiza las maniobras de primeros auxilios.
Se recomienda no mover a los heridos, ni darle de beber ni de comer y, sobre todo, no abandonar el lugar hasta que no lleguen los servicios de emergencia.