La Amazonia desaparece bajo las llamas y el Gobierno de Brasil presume de orgullo. El gobierno de Jair Bolsonaro ha rechazado la ayuda de 20 millones de dólares que ofrecieron las naciones más ricas del mundo reunidas en el G7 para extinguir las llamas en la Amazonia.
El jefe de Gabinete del Ejecutivo brasileño lo dejó bien claro: "Agradecemos (la oferta), pero quizá esos recursos sean más importantes para reforestar Europa", declaró Onyx Lorenzoni a un blog de la web de O'Globo 1. La situación está "bajo control".
Lorenzoni fue más allá en su bravuconada y atacó a Emmanuel Macron, promotor de la iniciativa de ayuda: "Macron no puso ni evitar un previsible incendio en una iglesia que es un patrimonio de la humanidad y ¿qué pretende enseñarle a nuestro país?", aseguró aludiendo al incendio que devastó Notre-Dame de París el pasado mes de abril.
El ministro de Exteriores de Brasil, Ernesto Araújo, también echó mano al orgullo nacional en nombre de la soberanía de la Amazonia. "Brasil no aceptará ninguna iniciativa que implique relativizar la soberanía sobre su territorio, cualquiera que sea el pretexto y cualquiera que sea el ropaje", aseguró tras conocerse la propuesta acordada en la Cumbre del G7.
La posición del Gobierno de Brasil con respecto a la ayuda internacional difiere de la actitud que había expresado el ministro de Medio Ambiente del país, Ricardo Salles, quien dijo que las donaciones era bienvenidas y que tendrían que decidir cómo se utilizan los recursos.