Una joven de 27 años demanda a la prisión de Denver por dar a luz dentro de una celda sola sin asistencia médica

  • Pidió ayuda cinco horas antes de que naciese el bebé

  • "Enfermeros y funcionarios sabían que había roto aguas y que habían pasado días de la fecha fijada del parto"

  • Los funcionario, según el protocolo, debían registrar a las nuevas reclusas antes de poder llamar a una ambulancia

Diana Sánchez, una joven de 27 años, dio a luz dentro de una celda de la cárcel de Denver (EEUU) sin que le ofreciesen asistencia sanitaria durante el parto. Ante lo sucedido, presentó una demanda contra el condado. Su abogada defiende que Sánchez avisó con cinco horas antes de dar a luz a los celadores. En las imágenes del vídeo de la celda se observa como mira por la ventana para comunicarse con los guardias pero sólo entra un enfermero tras el parto. Por su parte, el condado de Denver asegura que se siguieron los protocolos correctamente.

Sánchez se encontraba en la cárcel de Denver el 31 de julio de 2108 desde hace dos semanas por una condena por robo de identidad tras emitir un cheque desde la cuenta de su hermana. Pocos días después del parto, fue liberada y un año después, ha demandado al departamento de prisiones de la ciudad y al condado por no concederle asistencia médica.

"La señora Sánchez tuvo que enfrentar esta experiencia horrible pese al hecho de que había varios enfermeros del departamento de Salud de Denver y varios funcionarios carcelarios que sabían que llevaba horas en trabajo de parto, que habían pasado días de la fecha en la que tenía previsto dar a luz y que había roto aguas horas antes", se lee en la demanda.

Su abogada, Mari Newman, argumenta que se violaron los derechos de Sánchez y de su bebé. "Es incomprensible que se permitiese que naciese el bebé en una celda sucia, fría y dura en lugar de en un hospital con los equipos y profesionales adecuados; y todo, pese a que la señora Sánchez pidió ayuda hasta en ocho ocasiones".

Sánchez afiram que "lo que más me duele es que nadie moviese ni un dedo". Los funcionarios de la prisión, según el procedimiento, no podían pedir una camioneta que la trasladase al hospital hasta que no terminaran el proceso de registro de las nuevas reclusas. Según Sánchez "escogieron la crueldad frente a la compasión". Desde que sucedió, el departamento de prisiones de Denver ha actualizado su protocolo que refleja que si una reclusa va a dar a luz se debe llamar a una ambulancia.