Tras semanas de protestas, algunos manifestantes en Hong Kong empiezan a emplear tácticas más elaboradas para luchar contra la policía.
Algunos de ellos han creado una catapulta casera para lanzar adoquines que se convierten en auténticos proyectiles que pueden ser letales.
Hace unas horas un hombre de 71 años ha fallecido en el hospital tras ser alcanzado en la cabeza por un ladrillo.
La ola de protestas estalló a principios de junio para frenar una polémica ley que abría la puerta a la extradición de sospechosos requeridos por Pekín.