Ha ocurrido en Argentina. Deolinda Funes y Ricardo se desplazaron de la ciudad de Coronel Moldes hasta Córdoba junto a su hija Guadalupe. La pequeña tenía programada una importante cirugía debido a un tumor cerebral.
La familia emprendió el camino autorizada en pleno estado de alarma debido a la gravedad de la operación. Pero, además, lo hicieron corriendo un riesgo: Deolinda estaba embarazada. El 2 de abril, día en el que Guadalupe iba a ser intervenida, se puso de parto.
Fueron horas complicadas para Ricardo, que esperaba en el hospital tanto los resultados de la operación de Guadalupe, como el nacimiento de su última hija. No obstante, todo salió como se esperaba, correctamente y sin complicaciones.
Tal y como informa Clarín, la pequeña de 13 años sufría fuertes dolores de cabeza y vómitos. Por ello, comenzó su tratamiento en el Hospital de Niños de la Santísima Trinidad, donde también ha nacido su nueva hermana.
"Cuando llegamos a Córdoba teníamos mucho miedo. No sabíamos lo que nos esperaba. Guada estaba tranquila, serena. Pero para mi fue muy duro. No podía dormir en la silla de la habitación del hospital, no encontraba una posición cómoda por el embarazo”, declaró Deolinda.
Actualmente, residen en la Casa Ronald, una organización benéfica que apoya a aquellos niños que se encuentran recibiendo un tratamiento y a sus familiares.