Horrible; cruel; escalofriante; violento; sádico; esperpéntico; aterrador; de una maldad extrema… Son solo algunas de las formas en que se define el macabro crimen perpetrado por Chris Watts, de 33 años, el 13 de agosto de 2018 en Colorado, EEUU. El conocido como ‘el monstruo de Denver’ mató a su mujer, Shanann Watts, embarazada, y las dos hijas que tenían en común, Celeste y Bella, de 3 y 4 años respectivamente.
Por tales hechos fue condenado a cadena perpetua el pasado mes de noviembre. Pero antes de eso, inmediatamente después de cometer tal atrocidad tuvo la sangre fría y la maldad de pronunciarse ante los medios de comunicación con un discurso que conmocionó a la sociedad. En él, aseguraba angustiado que su mujer se había marchado con sus hijas. “Es como una pesadilla de la que no puedo despertar. Quiero desesperadamente a mis niñas de vuelta”, llegó a declarar, intentando conmover con un relato que fue inútil para las autoridades, que desde el primer momento le tenían como el principal sospechoso. No se equivocaban.
Dos días después del suceso, Chris Watts fue arrestado. Fue tras ello cuando volvió a dar una nueva versión: intentó culpar a Shanann de la muerte de las niñas, y confesó haberla matado tras ver lo que hizo con ellas. Otro relato totalmente falso, como probó la investigación que le condujo a la cadena perpetua.
Ahora, ha sido una entrevista concedida al programa de ‘El show del Dr. Phil’ la que ha revelado nuevos detalles escabrosos de cómo fue aquel trágico día en el que ‘el monstruo de Denver’ llevó a cabo su terrible crimen.
De acuerdo al testimonio ofrecido por Steven Lambert, abogado de la familia de Shanann, Chris Watts mató primero a su esposa. Lo hizo después de una discusión tras confesarle a ésta que tenía una amante, que su matrimonio estaba acabado y quería el divorcio. “No vas a volver a ver a las niñas de nuevo”, habría contestado ella según el relato. Fue entonces cuando ‘el monstruo de Denver’, enfureció por completo y con una violencia extrema la estranguló.
De acuerdo al relato del abogado, que se basa en lo que Watts habría contado a los investigadores en febrero en una prisión de Wisconsin, tal como recoge Denver Post, después de eso, procedió a envolver el cuerpo de Shanann en una sábana, momento en el que Bella, la hija mayor del matrimonio, vio lo que su padre estaba haciendo: “¿Qué estás haciendo con mami?”, le dijo. A lo que contestó afirmando que estaba enferma y había que llevarla al hospital. Acto seguido, tomó el cadáver y lo puso en su camión, y cogió a las niñas y las subió también en el vehículo para después conducir durante 45 minutos hasta el campo petrolífero en el que trabajaba. Una vez allí, asesinó primero a su hija menor. Lo hizo ahogándola con su manta favorita. Bella lo presenció todo e intentó resistirse, clamando a su padre que no le hiciese lo mismo que a su hermana. Ambas fueron asesinadas. A ambas las sumergió en un depósito de petróleo. A Shanann, por su parte, la enterró en un lugar poco profundo.