La obsesión por mantener una buena apariencia física, a veces, supera hasta el riesgo extremo la necesidad de tener una buena salud.
Shane Warne, deportista de élite, considerado uno de los mejores jugadores de críquet de la historia, ha muerto a los 52 años. El australiano fue hallado muerto mientras se encontraba en Tailandia tras sufrir un infarto. Todo parece indicar que el fallo cardíaco se debió a la dieta líquida extrema que habría llevado a cabo durante los días previos, según 'Daily Mail'.
Se trata de una dieta que, aunque Warne ya habría acabado, pero que habría ejercicio demasiada presión sobre el corazón del deportista, puesto que se trataba de una dieta baja en proteínas: "Básicamente, si su metabolismo, su manejo de líquidos, sal y otros electrolitos se sale completamente de control, si tiene un pequeño ataque al corazón, es más probable que se convierta en algo grave con un trastorno del ritmo", señaló el especialista en dietética Garry Jennings.
El objetivo de Warne era llegar a verano con el mismo aspecto físico que tenía hacía años, según las mismas fuentes. Asimismo, también informaron de que había superado el coronavirus y otros problemas de salud, tanto que se encontraba disfrutando con unos amigos en Tailandia cuando sucedió el trágico suceso.