Una mujer, acusada de gastarse un préstamo de ayuda frente al coronavirus de 150.000 dólares en compras

  • La mujer presentó una solicitud de préstamo con documentación falsa

  • Obtuvo un préstamo de 149.000 dólares que se gastó en tiendas

  • Está acusada de fraude electrónico en relación con un desastre importante

La Oficina del Fiscal Federal para el Distrito Oeste de Carolina del Norte ha emitido un comunicado en el que detalla cómo una mujer de 24 años mintió para obtener un préstamo de ayuda para afectados del coronavirus y se gastó el dinero en compras personales.

Jasmine Johnnae Clifton, la implicada, ha comparecido ante los tribunales por los casi 150.000 dólares que obtuvo de manera fraudulenta de la Administración de Pequeñas Empresas de EE. UU (SBA).

El pasado 17 de febrero, Jasmine fue acusada de fraude electrónico y fraude en relación con un desastre importante o beneficios de emergencia. Según las acusaciones, la mujer participó en un plan para defraudar a la SBA y obtener un préstamos por desastre por lesiones económicas por el coronavirus, basado en información falsa.

Este programa de ayudas del que se aprovechó brinda financiamiento a bajo interés a pequeñas empresas, inquilinos y propietarios de viviendas en regiones afectadas por desastres declarados, como en este caso, el coronavirus.

El 24 de julio de 2020, la acusada presentó la solicitud de préstamo para su empresa, a pesar de que la había disuelto hacía ya unos meses. En la solicitud mintió sobre sus ingresos y sus documentos fiscales, por lo que obtuvo un préstamo de 149.000 dólares que le fueron ingresados el 14 de agosto.

Sin embargo, Clifton no quería ese crédito para su empresa ni para ninguno de los objetivos a los que se destinaba esa ayuda. Se gastó el dinero en compras en numerosas tiendas, desde Ikea hasta Louis Vuitton.

Tras descubrirse su mentira fue detenida y puesta en libertad bajo fianza antes de su comparecencia ante el tribunal. El cargo de fraude electrónico en relación con el beneficio por desastre puede conllevar una multa de hasta 1 millón de dólares y 30 años de prisión.