Natalya cría a sus hijos en los vagones de metro de Járkov: "Es imposible respirar"

Miles de personas han conseguido escapar de las masacres del invasor ruso en la segunda ciudad del país, en Járkov, prácticamente borrada del mapa por los misiles de Vladímir Putin. Se estima que unos 500.000 ciudadanos han huido ya, y los que siguen allí malviven en los refugios bajo tierra.

Allí, los vagones de metro están reconvertidos en refugios donde las madres primerizas como Natalya crían a sus hijos nacidos en un país en guerra. Aunque todos se han volcado con ellos, este es el último lugar donde quiere estar. "Es imposible respirar" dice. Hay mucho polvo, y el bebé tose constantemente. Con su marido alistado, mira al futuro con incertidumbre.

La morgue de Járkov está atestada: llegan entre 50 y 100 cuerpos al día

Los que no han sobrevivido acaban en la morgue, que está atestada. Llegan entre 50 y 100 cuerpos cada día. Una señal de que nadie en Ucrania está a salvo, ni siquiera en su propia casa. Los misiles atraviesan los muros de las viviendas como la piel del cuerpo.

La línea entre la vida y la muerte que se asoma sus puertas es muy fina. A Sergei, cantante de ópera, le dispararon a bocajarro 7 veces cuando ayudaba en la evacuación de sus vecinos. Desde la cama del hospital sigue luchando, haciendo suya la popular canción de la resistencia italiana en la segunda guerra mundial, por si así las heridas curan más rápido.