A la novena va la vencida: un debate de verdad entre los candidatos demócratas a la presidencia de EE. UU.

  • Michael Bloomberg, Amy Klobuchar y Joe Biden fueron los perdedores de la noche

  • "¿Me estás llamando tonta?", le preguntó Klobuchar a Buttigieg cuando el ex alcalde le dijo que no entendía como podia desconocer el nombre del presidente de México

Y por fin, en el noveno debate, saltaron chispas encima del escenario de Las Vegas, Nevada. La carrera por representar al partido demócrata en las elecciones presidenciales cada vez se pone más difícil y eso empieza a notarse en la fuerza con la que los candidatos defienden sus posiciones en los debates.

Ahora sí. Los 6 precandidatos demócratas se pisaron unos a otros en sus discursos, pasaron gran parte del debate con la mano alzada pidiendo turno de palabra (menos Michael Bloomberg que parecía estar más cómodo cuanto menos le miraran), se encendieron de verdad (vimos a Bernie Sanders con la cara literalmente roja en más de una intervención), atacaron a su contrincante más directo y hasta se olvidaron de que estaban allí peleando para vencer a Donald Trump a quien, esta vez, casi no se nombró.

Michael Bloomberg, que no compite en Nevada el sábado, fue uno de los grandes perdedores de la noche

Estaba claro que todos los candidatos iban a ir a por él, y los ataque solo tardaron 10 minutos en llegar. Nada más comenzar el debate, Michael Bloomberg, registrado como republicano hasta el 2018 y ahora candidato demócrata, recibía el primer revés de Elizabeth Warren. La senadora de Massachusetts atacó la política que el ex alcalde de Nueva York implantó durante su mandato de ¨parar y registrar¨ y que fue, principalmente, dirigida a las minorías.

La respuesta de Bloomberg fue humilde pero no suficiente. Confesó que estaba "avergonzado" sobre cómo resultó la política, "sin embargo, lo que sucedió fue que se salió de control", continuó. "Cuando descubrí que estábamos haciendo muchas, demasiadas paradas y registros, cortamos el 95 por ciento". Una contestación floja teniendo en cuenta que, en Nevada, más de un tercio de la población es afroamericana.

La noche no mejoró para el multimillonario. Su fortuna, la acusación por parte de Pete Buttigieg de haber querido comprar estas elecciones con su enorme fortuna de más de 60.000 millones de dólares y sus acuerdos de confidencialidad con docenas de ex empleadas relacionados con acoso sexual y discriminación de género en el trabajo, tampoco ayudaron a mejorar su estreno en los debates demócratas.

Sanders consiguió su objetivo: salir reforzado de cara a los caucus del sábado en Nevada

Y mientras Bloomberg se defendía como podía de los ataques de sus contrincantes, especialmente de Elizabeth Warren, el senador Bernie Sanders se frotaba las manos pensando en lo reforzado que iba a salir de este debate de cara a las votaciones del sábado.

Un poco más nervioso se puso cuando Michael Bloomberg prácticamente le llamó comunista en su cara. "No vamos a tirar el capitalismo. Lo intentamos. Otros países lo llamaron, se llamaba 'comunismo' y simplemente no funcionó", dijo Bloomberg, ante la fuerte objeción de Warren y Sanders. Sanders le respondió con un claro ¨no soy comunista señor Bloomberg¨, y calificó la estrategia del ex alcalde de querer atacar el ¨socialismo demócrata¨ llamándole ¨comunismo¨, de ¨golpe bajo¨.

Y es que el tema socialismo Vs. liberalismo también estuvo en el centro del debate. La desigualdad de ingresos en Estados Unidos es un tema que preocupa a todos los candidatos, pero no acaban de ponerse de acuerdo en como solucionarlo. Y este es un tema importante, los últimos datos recogidos por NPR apuntan a que solo el 28% de los estadounidenses tenía una opinión favorable del socialismo, mientras que el 58% tenía una opinión desfavorable.

También vimos al senador de Vermont bastante enfadado ante el ataque de Pete Buttigieg cuando el joven candidato (que esta vez salió al escenario sin afeitarse en un intento, quizá, de ponerse a la altura de sus contrincantes en edad) recordó que Sanders estaba ¨en guerra¨ con el sindicato culinario de Nevada. A lo que Bernie se defendió con que tenía ¨más apoyo sindical del que jamás haya soñado¨.

Buttigieg y Klobuchar tuvieron su guerra personal

Ambos son moderados y ambos se presentan como buenas opciones para su base de votantes, así que uno de los dos tiene que empezar a perder puntos ya. Buttigieg lo está haciendo bien (lidera el número de delegados hasta el momento, 22), pero Klobuchar (7) después del debate de New Hampshire parece que gana terreno y se acerca cada vez mas al ex alcalde de South Bend, en Indiana. Y eso el ex alcalde de South Bend no lo puede permitir

En el debate de ayer Buttigieg aprovechó para atacar a la senadora de Minnesota por una entrevista que le habían hecho días antes y en la que no supo decir cuál era el nombre del presidente de México. La senadora reconoció que estaba mal y por si el público no se había dado cuenta, remarcó su gran humildad ¨soy humilde, no es mejor eso para un presidente¨.

Pero Buttigieg no le dio tregua y le recriminó que alguien que trabaja diariamente en Washington en temas relacionados con el país vecino no conozca este dato. Esta no fue la única vez que ambos saltaron al ring. Después de que Klobuchar le preguntara si le estaba ¨llamando tonta¨, le recordó al ex alcalde que ¨ella tenía mucha experiencia en ´la arena´¨, en lo que se traduciría como el campo de batalla. ¨Esto también es la ´arena´, le contestó Buttigieg, quien claramente ayer tuvo también un buen debate.

A quien no le fue nada bien la noche

Para Joe Biden fue la noche del ¨I am the only one¨ (yo soy el único). Estas palabras se escucharon en casi todas sus intervenciones. Y es el que ex vicepresidente se jugaba mucho en este debate y fue a por todas, aunque al final no le diera resultado. Nada en su intervención de ayer lleva a pensar que pueda haber rescatado votos de cara a los caucus del sábado.

Su última intervención incluso estuvo interrumpida por un grupo de manifestantes que le acusaron de haber ¨deportado a 3 millones de personas¨. Su mensaje de cierre, un tanto derrotista, no ayudó a cerrar el debate con mejor pie que con el que comenzó. ¨Me han derribado mucho. Sé lo que es ser derribado. Pero tenemos que levantarnos y brindar seguridad al pueblo estadounidense¨.