Tal y como sostiene William C. Dear en su obra, OJ Simpson fue a juicio en un esfuerzo por desviar la atención del verdadero asesino: su hijo Jason.
Según el investigador, Simpson estuvo en la escena del crimen pero después de que alguien matara a puñaladas a Nicole Brown y Ron Goldman, según recogen algunos medios como el Daily Mail.
Ahora, 17 años después de los hechos, Dear dice que ha hallado evidencias circunstanciales que demuestran la vinculación entre Jason Simpson y los asesinatos.
Así, el detective dice que encontró el cuchillo de caza con el que pudo cometerse el crimen, así como un gorro de lana de Jason similar al que fue descubierto en la escena de los asesinatos.
A pesar de estos hallazgos, el ADN de Jason Simpson nunca fue comparado con las huellas dactilares encontradas en la vivienda ni tampoco fue entrevistado por la policía por su supuesta relación con los asesinatos.