La ONU alerta de una hambruna sin precedentes por la guerra en Ucrania, el cambio climático y la pandemia

Funcionarios de Naciones Unidas han alertado esta semana de que la guerra iniciada el pasado 24 de febrero por Rusia en Ucrania, donde sigue bombardeando y tomando localidades, combinada con los efectos producidos por el cambio climático y por la pandemia de coronavirus, que todavía no ha llegado a su fin, ha provocado una "tormenta perfecta" para que los niveles mundiales de hambre alcancen un nuevo máximo.

El incremento de los precios de muchos alimentos básicos ha provocado también importantes disturbios políticos en las últimas semanas en países como Sri Lanka, Indonesia, Pakistán, Irán y Perú.

Al menos 276 millones de personas se enfrentan en estos momentos a una inseguridad alimentaria aguda, frente a los 135 millones antes de la pandemia de covid. Además, 49 millones de personas en 43 países del planeta se encuentran al borde de la hambruna, según han detallado los funcionarios de Naciones Unidas.

"Realmente estamos en una crisis sin precedentes. El precio de los alimentos es nuestro problema número uno en este momento, como resultado de toda esta tormenta perfecta para 2022. En 2023 será un problema de disponibilidad de alimentos", ha advertido David Beasley, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU tras la reunión que celebró el Consejo de Seguridad.

África, extremadamente vulnerable a la inseguridad alimentaria

Ucrania y Rusia juntas producían el 30% de los suministros de trigo del mundo antes de la guerra, y Rusia y Bielorrusia eran los principales exportadores de fertilizantes, según ha detallado la ONU.

Naciones Unidas apunta que el continente africano continúa siendo extremadamente vulnerable a la inseguridad alimentaria y que el hambre acecha de manera especial a los países del este de África que sufren sequías, como Etiopía, Somalia y Kenia.

Los combustibles y los alimentos, claves

La guerra ha interrumpido las cadenas de suministro y los precios del combustible han aumentado como resultado de los combates y las sanciones a los sectores energético y bancario del país que preside Vladimir Putin.

Además, existen unos 20 millones de toneladas de granos en los silos de Ucrania, según ha reconocido la ONU. Los ataques rusos han afectado a la producción de alimentos y han bloqueado su transporte por tierra y por mar.