Pekín contiene el intento de los opositores de bloquear el aeropuerto de Hong Kong

  • Los manifestantes suman 14 semanas de protestas y exigen elecciones libres

  • Además piden la libertad para el millar de detenidos

Sólo con un despliegue policial sin precedentes, Pekín ha podido controlar, al menos este sábado, las protestas en Hong Kong. El anunciado bloqueo de los opositores al régimen chino en el aeropuerto y todas sus conexiones ha sido impedido con varios anillos de seguridad que solamente han dejado acceder a los pasajeros con tarjeta de embarque.

Algunos de ellos confiesan haber llegado 13 horas antes de su vuelo por el miedo a verse bloqueados en la octava terminal con más tránsito en el mundo. De fondo, unas manifestaciones que este viernes desembocaban, nuevamente, en episodios violentos en las calles.

Con golpes, barricadas y destrozos en estaciones de tren. Tambores de guerra urbana contestados por los agentes con disparos de gases lacrimógenos y pelotas de goma. Una tensión que no cesa tras 14 semanas y cuatro días después de la retirada de su principal motivo: la ya descartada ley de extradición.

"Demasiado poco y demasiado tarde", admiten los manifestantes, que exigen ahora elecciones libres y la amnistía para los más de 1.100 detenidos durante estos tres meses. Una presión a la que se suma Estados Unidos. En plena guerra comercial con China, el secretario de Defensa de la Casa Blanca, Mark Esper, le pide a Pekín moderación y diálogo con los opositores, a la vez que hace un alegato por "las libertades de todos los pueblos".