Ser la mujer más gorda del mundo le devuelve las ganas de vivir

Informativos Telecinco 22/11/2011 08:35

Llegó a tener tanto peso que acciones habituales como ducharse o simplemente moverse eran imposibles para ella.

A sus 47 años, Pauline Potter pesa 317 kilos y no puede ni viajar en coche, ni bañarse ella sola ni ponerse los calcetines sin ayuda.

Por ello, su hijo Dillon, de 19 años, se ha convertido en su sombra y le ayuda en todo lo que puede.

Hace unos meses, Potter consiguió entrar en el libro Guiness tras confirmarse que era la mujer más gorda del mundo. El nombramiento le sirvió para replantearse su actual forma de vida y cambiar.

Así, la mujer acude a varios médicos para intentar bajar de peso y reducir las hasta 10.000 calorías que ingiere cada día.

Además, Potter ha recuperado al que ha sido el amor de su vida. Su ex marido Alex ha vuelto a su lado tras unos años separados. El nombramiento por el libro Guiness ha sido el que les ha unido de nuevo.

"Me di cuenta de que no podía caminar, vestirse o ir al baño por sí misma. Estoy desesperado por ser de nuevo su cuidador", ha asegurado el hombre al The Sun.

"Separarme de Pauline fue el mayor error de mi vida. Ahora me he dado cuenta de lo mucho que la amo", ha señalado.