El hombre, identificado como Nélson Miguel Amaya, está acusado de haber matado a su cuñado con un cuchillo tras una pelea familiar que tuvo lugar el pasado mes de febrero. Al no tener antecedentes, la justicia argentina le ha concedido el privilegio de cumplir arresto domiciliario en casa de un familiar que le acepte hasta la celebración del juicio.
Las complicaciones se dan, según el diario 'Clarín', porque el preso no puede cumplir la privación de libertad en su propia casa, ya que vive a escasos metros de su hermana, esposa de la víctima, a la que atemoriza que viva tan cerca.
Como alternativa Amaya propuso cumplir el arresto en casa de su suegra, una mala decisión a la luz de los hechos, ya que apenas cumplidos diez días en la casa, el preso se presentó en una comisaria cercana pidiendo el traslado inmediato a una prisión. “Prefiero estar ahí antes que en la casa de mi suegra. Quiero que me trasladen”, explicó.
Finalmente, y tras un breve paso por el penal, el hombre pudo cumplir esta condena en su domicilio a pesar de la oposición de su hermana, ya que la juez no ve peligro en la proximidad de las viviendas debido a que a Amaya no le está permitido ni siquiera salir a la calle.