Una trama de prostitución y abusos sexuales salpica la industria del K-pop en Corea del Sur

  • Estrellas de la canción, empresarios y hasta policías involucrados

Una polémica investigación ha sacudido la industria musical de Corea del Sur, la fábrica de ídolos del K-pop. Estrellas de la canción, empresarios y hasta policías involucrados en una trama de prostitución y abusos sexuales que ha provocado en el país un movimiento similar al Me Too.

Un universo aparentemente inocente, naif y algo infantil destapa su lado oscuro. Dos cantantes, dos ídolos coreanos que no solo bordaban sus coreografías y que son portada en todo el mundo no por sus grandes éxitos.

Sentados en el banquillo por pertenecer a una red de prostitución y abusos sexuales. Los dos jóvenes compartían un chat con grabaciones sin consentimiento que saltaban de móvil en móvil con otros grupos de K-pop.

Además Seugri contrataban prostitutas y traficaban con drogas en sus locales nocturnos. Los dos han abandonado la industria del K-pop. El escandalo es tal en Corea del Sur que se compara con el metoo.

Una bomba en el corazón de este fenómeno musical que mueve 4 mil millones de euros al año y que tiene demasiadas aristas, explotación de las chicas y chicos, y casos de suicidio, estrellas juveniles al límite que además están conquistando el mundo aunque el suyo podría desmoronarse.