Una novia recién casada fue golpeada hasta la muerte por su esposo durante la fiesta de bodas por un ataque de celos. Stepan Dolgikh, de 33 años, fue detenido. La víctima: su esposa Oksana Poludentseva, de 36 años, quién murió el día de su boda en la aldea siberiana de Prokudskoye, en Rusia.
La novia había conocido a Dolgikh mientras cumplía una condena. "Como suele pasar en muchas ocasiones, ella creyó que había cambiado y que podría ayudarlo a salir adelante", sostuvo la Policía en el Daily Mail.
Según los testigos, la pelea comenzó cuando el novio tuvo un "ataque de celos" de otro invitado de la fiesta. Había bebido mucho alcohol y comenzó a acusar a su esposa por "comportarse de una forma incorrecta". Esa fue la justificación que dio por el ataque de furia que terminó en crimen.
"La agarró del pelo, la golpeó y la empujó a la calle, donde también siguió golpeando su cuerpo y cabeza", confió Kirill Petrushin, detective regional principal del Comité de Investigación de Rusia. Cuando quedó sin vida, "la arrojó a una barranca cercana", continúa.
Dolgikh, quien fue detenido en el lugar por la Guardia Nacional rusa, confesó el asesinato. Aclaró que algunos invitados estaban demasiado asustados para intervenir, aunque sí se comunicaron con la Policía.
El sospechoso permenece en prisión preventiva durante dos meses mientras continúa la investigación del asesinato. "En cuanto al arrepentimiento... no puedo comentar. Personalmente, no creo que se haya arrepentido", sostuvo el investigador.
El hombre tenía condenas previas por robo y otros delitos, pero Poludentseva creía que podía ayudarlo a enderezar su camino en la vida. "Ella no pensó que mientras bebía alcohol o simplemente en un ataque de ira, una persona como esta podría sobrepasar todos los límites", se lamentó el policía.