Salvan a un niño que se agarra al pasamanos de una escalera mecánica y es arrastrado hacía arriba

  • El menor estaba jugando y se le ocurrió colgarse del pasamanos

  • Las personas que se encontraban cerca consiguieron atraparle

  • Recuerdan la importancia de vigilar a los niños en este mecanismo

Un niño tailandés ha tenido que ser rescatado después de agarrarse al pasamanos de una escalera mecánica y ser arrastrado hacía arriba, pudiendo producirse una caída a una altura considerable para el menor.

El pequeño, que no ha sido identificado, estaba jugando en las escaleras mecánicas de un centro comercial de la provincia de Samut Prakan y se le ocurrió colgarse del pasamanos dejando que su cuerpo fuera arrastrado por las escaleras mecánicas.

Cuando se encuentra en lo más alto de las escaleras, las personas que se encontraban cerca se dan cuenta de lo que sucede y consiguen atraparle antes de un fatal desenlace.

Las dramáticas imágenes han dado la vuelta al mundo. El menor no ha sufrido lesiones y se encuentra en buen estado.

Toda precaución es poca

Las escaleras mecánicas suelen llamar poderosamente la atención de los niños, quienes encuentran muy divertido intentar subirlas en sentido contrario, apoyarse o sentarse en los pasamanos, o jugar con el cepillo lateral que incorporan los escalones.

Pero estos actos pueden acarrear importantes consecuenciasy nos recuerda la importancia de vigilar estrechamente a nuestros hijos cuando estemos utilizando este sistema, pues un descuido o un mal uso puede conllevar un fatal desenlace.

Se debe llevar a los niños de la mano

En este sentido, los expertos aconsejan agarrarse siempre a la barandilla y llevar a los niños de la mano, no correr ni sentarse en los escalones ni en los pasamanos, respetar el sentido de las escaleras y prestar atención al calzado, pues zapatos con suela de goma blanda o cordones desatados podrían suponer un peligro.

Igualmente, se aconseja no subir con cochecitos de bebé, no utilizar las escaleras en caso de avería y situarse a la derecha para dejar pasar al resto de los viandantes, pero nunca pegados al borde del escalón.