Le habían desconectado, pero le han tenido que volver a conectar. La lucha de Vincent Lambert no termina. El tribunal de apelación de París ha atendido al enésimo recurso de sus padres y ha obligado a suspender el proceso de desconexión del enfermero que lleva 10 años en estado vegetativo. Se imponen, de momento, a su mujer y seis de sus hermanos, partidarios de acabar con su sufrimiento.
Tan sólo unas horas después de que los médicos apagaran las máquinas que mantienen con vida a Vincent Lambert. las han tenido que volver a encender. Un tribunal de apelación de París ha dado la razón a los padres y ha ordenado que vuelvan a conectar las sondas que lo alimentan hasta que un comité de la ONU se pronuncie sobre el caso.
Sigue así la larga batalla judicial que divide a la familia de este enfermero de 42 años en estado vegetativo irreversible. No ha dejado escrito un testamento vital, tras un accidente de moto hace diez años que le dejó tetrapléjico.
Su mujer y seis de sus hermanos están a favor de desconectarle hasta su muerte para acabar con su sufrimiento, respaldados tanto por el Consejo de Estado francés como por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
A partir de ahora el Comité de la ONU tiene seis meses para estudiar este caso que ha generado un profundo debate en Francia sobre la eutanasia y la muerte digna.