Un joven de 23 años crea el pánico en un jardín infantil de Kaiyuan Dongcheng, al suroeste de China. El hombre accedió al interior del centro escalando una pared y, una vez dentro, roció con hidróxido de sodio, un líquido corrosivo, a 51 niños y 3 maestros, informa Daily Mail.
Los alumnos y los docentes fueron trasladados al hospital para recibir tratamiento, dos de ellos con síntomas graves.
Según fuentes policiales, la intención del atacante, identificado como Zhang Kong, era vengarse de la sociedad. Fue detenido menos de una hora después de que se produjese el suceso.
Cuando Kong era un niño sus padres se divorciaron "la falta de calidez familiar le provocó una distorsión psicológica", informó la policía. Además, el joven tampoco estaba satisfecho con su trabajo y su vida personal, de ahí sus deseos de venganza. Kong presenta una "mentalidad pesimista y pensamientos sobre tomar represalias contra la sociedad", añadieron los cuerpos de seguridad locales.
China lamenta un nuevo episodio de violencia en los colegios, después de que en abril del año pasado, un hombre de 28 años matara a nueve estudiantes de secundaria cuando regresaban a casa, provocando uno de los ataques con arma blanca más mortíferos del país en los últimos años.