Durante tres semanas, un pequeño cuadro de una virgen derrama lágrimas, aunque se cree que no son lágrimas reales, sino de aceite de la misma pintura.
El fenómeno comenzó el viernes anterior al incio de la cuaresma y desde entonces decenas de vecinos han ido a presenciar el "milagro".
En Internet ya abundan los defensores y detractores del fenómeno. Para quienes tiene explicación, este hecho no es más que una respuesta al calor.
Los creyentes, por su parte, observan el cuadro y aseguran que se trata de un signo de la existencia de otra realidad.