La guerra en Ucrania tras la invasión rusa cumple dos meses. Los ataques continúan, sobre todo en el sur y el este del país, y la atención está puesta hoy en el encuentro que el presidente Zelenski mantendrá en Kiev con el secretario de Estado estadounidense. A la reunión acudirán Antony Blinken, secretario de Estado de los Estados Unidos, y Lloyd Austin, Secretario de Defensa de los Estados Unidos.
Esta es la primera vez que dos altos cargos de Estados Unidos acuden hasta Ucrania desde que empezó la guerra. Fue el propio Zelenski el que anunció el encuentro y aseguró estar esperanzado con esta reunión aunque ha pedido que el propio Joe Biden acuda al país lo antes posible.
En el encuentro habrá un único tema que se tratará: el envío de material militar y de armas más pesadas a Ucrania. El propio presidente Zelenski lo ha dicho en varias ocasiones: no es suficiente y se necesita más material para combatir al ejército ruso. De hecho, cuando el presidente de Ucrania anunció esta visita lo dijo claramente: "Esperamos que nos traigan más que regalos y pasteles. Queremos resultados específicos y armas específicas".
Mientras el último bastión de la defensa de Mariúpol resiste al asedio ruso en la acería de la ciudad, a apenas 200 kilómetros, en Zaporiyia, el pueblo ucraniano celebra la pascua ortodoxa, con el miedo a posibles bombardeos.
En la catedral de Kiev, el presidente Zelenski pide al país fe en la victoria: "Ninguna horda malvada nos destruirá". Mientras confía en un encuentro próximo con el presidente Biden. Zelenski recibe hoy al secretario de Estado y al de Defensa de los Estados Unidos para agilizar la entrega de armas, el mismo día que La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa, la OSCE, denuncia la detención de varios de sus miembros en la misión en Ucrania, en la zona del Dombás.
Por su parte, Rusia niega ataques a civiles y asegura que en Odesa fue destruido un arsenal de armas extranjeras, como otros 80 objetivos militares atacados en las últimas horas. Aprovechando la Pascua, Ucrania pide a Rusia un alto el fuego en la arrasada Mariúpol, llamamiento que ha reiterado la ONU para salvar las vidas de los civiles.