El folclorista Ángel Rufino, conocido popularmente como 'El Mariquelo', ha subido como cada 31 de octubre a lo alto de la Catedral de Salamanca, una tradición que data del siglo XVIII y que espera que "no se pierda".
Para que así sea y se siga celebrando cada año, 'El Mariquelo' no ceja en su empeño de estar "preparado física y mentalmente". Se trata pues, tal y como señala a Europa Press, de "subir muchos años más", pero "el tiempo pasará" y llegará el día en el que tenga que dar el relevo.
El hombre ya ha iniciado la búsqueda de su sucesor y parece ser que tiene seis posibles candidatos a los que está instruyendo. Además, ‘El Mariquelo’ ha confirmado que ha iniciado los trámites para que la Junta de Castilla y León considere su hazaña de interés turístico.
Cintos de personas se han reunido para ver la subida que Ángel realiza desde hace treinta años aunque, por segundo año consecutivo, no alcanzó el ‘capulín’, por motivos de seguridad, y saludó a todos los presentes desde la campana de María de la O.
El origen de esta celebración tiene lugar en noviembre de 1755 cuando un terremoto sacudió Lisboa y afectó a Salamanca y en especial a la catedral donde las campanas sonaron sin que nadie las tocase. Al no haber víctimas, el Cabildo decidió que se hiciera una inspección anual para comprobar el grado de inclinación de la torre.