El llamamiento de un veterinario ante una posible huelga general: "Si el sector se une, las consecuencias serían enormes"
Hablamos con el veterinario Manuel Lázaro rubio sobre la posibilidad de que el gremio convoque una huelga general
El colectivo lucha contra el Real Decreto 666/2023, cuyo objetivo principal es regular los medicamentos veterinarios
El pasado 2 de enero de 2025, entró en vigor el Real Decreto 666/2023, cuyo objetivo principal es regular las actividades relacionadas con los medicamentos veterinarios, incluidos aquellos que se administren vía pienso medicamentoso, en los siguientes ámbitos: distribución, dispensación, elaboración de autovacunas, fórmulas magistrales y preparados oficinales, prescripción y uso por los profesionales veterinarios, uso y gestión por los titulares o responsables de los animales, uso racional de los medicamentos veterinarios y venta de medicamentos veterinarios no sujetos a prescripción.
Lo que, inicialmente, era una propuesta que buscaba "garantizar un uso prudente y responsable de los medicamentos veterinarios, teniendo como principal objetivo la lucha contra las resistencias antimicrobianas y la reducción de la necesidad de uso de los antibióticos", se ha convertido en toda una barrera para que los profesionales de la medicina animal puedan ejercer sus labores de curación. Por ello, antes del verano, el sector se manifestó repetidamente, con la intención de que este Real Decreto sea corregido.
El mayor problema que los veterinarios están encontrando es la libre dispensación de los antibióticos, que ahora debe hacerse a escala, tal y como explicó a Informativos Telecinco web un miembro de Veterinarios Unidos: "En los antibióticos, existen cuatro categorías: A, B, C y D. En medicina veterinaria, los A no están permitidos. Pero lo que nos dice este decreto es que, lo primero que tenemos que hacer es darle al animal los de categoría D, esperar a ver si funcionan o no, notificarlo y, sólo entonces, pasar a los de la C. Y no podemos darles los de tipo B hasta hacerles un cultivo y un antibiograma, que son dos pruebas muy costosas, por lo que nos preocupa que el animal pueda morir por el camino", explicaban.
"Nosotros, por vocación, no queremos hacer huelga"
Igualmente, el colectivo se preocupó por el abastecimiento de dichos antibióticos en las farmacias pues, ahora, ellos ya no pueden venderlos en sus clínicas. Por no hablar de la multa con la que el decreto amenaza a estos profesionales, que podrían llegar a pagar hasta 1.200.000 euros si no notifican adecuadamente en la plataforma la dispensación de uno de estos medicamentos. "Esto ha hecho que muchos compañeros tengan miedo de recetar antibióticos", asegura el veterinario Manuel Lázaro Rubio, a quien le hemos preguntado si la huelga general es una posibilidad real.
"Es una de las posibilidades presentes en la mesa de movilizaciones, a valorar en septiembre, en función de los avances que se produzcan, aunque no es algo que deseemos en absoluto, ya que en una profesión tan vocacional como la nuestra, nos resulta difícil desatender a quienes lo necesitan", ha dicho en exclusiva el especialista.
"Sí me gustaría destacar - continúa- que, además de los veterinarios clínicos de animales de compañía, están los compañeros que atienden a los animales, los productores de alimentos, los que hacen las documentaciones para que puedan transportarse los animales, aquellos que inspeccionan los establecimientos alimentarios (tiendas y mercados), quienes trabajan en mataderos; y, si todos se pusieran de acuerdo, las consecuencias de una huelga serían enormes", ha concluido, a modo de llamamiento.