Los tres mejores destinos para mayores de 50 años a menos de dos horas si vives en Madrid o Barcelona
Desde las calles literarias de Alcalá de Henares hasta los restos romanos de Tarragona estas escapadas son la combinación ideal entre cultura y gastronomía
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MadridCon los años, los viajes cambian de ritmo y de prioridades. Se buscan experiencias más relajadas, puede que destinos con historia, buena gastronomía y paisajes que se puedan disfrutar sin prisas. Para conseguir esto, no hace falta irse muy lejos: desde Madrid o Barcelona, se está a menos de dos horas de algunos de los rincones con más encanto de España.
Cada vez más personas mayores de 50 años redescubren el placer de viajar con calma. Ya no se trata de tachar lugares de una lista, sino de saborear cada parada, disfrutar de una buena conversación en una terraza tranquila o perderse en calles con siglos de historia. Lo mejor es que para ello no hay que coger avión ni complicarse planificando con mucho tiempo.
Desde Madrid
Alcalá de Henares, cuna de Cervantes
A tan solo 40 minutos en tren desde la capital, Alcalá de Henares es una joya histórica y literaria que no puede faltar en la agenda de los viajeros con sensibilidad cultural. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, esta ciudad madrileña fue el lugar de nacimiento de Miguel de Cervantes y es conocida por su Universidad, una de las más antiguas de Europa.
Pasear por su casco histórico es un viaje al Siglo de Oro. Sus calles empedradas, sus soportales llenos de vida y sus palacetes renacentistas invitan a pararse y disfrutar con tranquilidad de cada rincón. Se recomienda visitar la Casa Natal de Cervantes, el Corral de Comedias - uno de los más antiguos del continente- y la Catedral Magistral. Además, su gastronomía tradicional, con platos como las migas o las rosquillas de Alcalá, hacen que sea una experiencia completa.
Chinchón, un pueblo con encanto rústico
A menos de una hora de Madrid, Chinchón conserva ese aire de pueblo castellano con historia y carácter. Su famosa plaza mayor, de forma irregular y rodeada de soportales y balconadas verdes, es una de las más pintorescas de España. Esta plaza ha sido escenario de mercados, rodajes cinematográficos y hasta, corridas de toros.
Es ideal para una escapada de un día o fin de semana, allí se puede disfrutar de sus bodegas, hornos de pan artesano y restaurantes de cocina tradicional en los que probar su famoso anís o su cordero asado. También se puede visitar el Castillo de los Condes, aunque actualmente está cerrado al público, puede disfrutarse de sus exteriores, también la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que alberga un cuatro de Goya.
Cuenca y sus casas colgadas
Se encuentra a unas dos horas de la capital en AVE, pero Cuenca merece cada minuto del viaje. Su casco antiguo, también reconocido como Patrimonio de la Humanidad, se alza sobre los valles del Júcar y el Huécar, creando un paisaje dramático y sobrecogedor.
Las famosas Casas Colgadas, literalmente suspendidas sobre el vacío, son algo que no se puede perder. La Catedral, de estilo gótico normando, sorprende a quien la visita por su riqueza interior Pero, además, Cuenca también es una ciudad de arte contemporáneo, ya que allí se puede disfrutar del Museo de Arte Abstracto Español, ubicado en uno de los edificios históricos de la ciudad. Además, si se quiere disfrutar de la naturaleza, tanto la Ciudad Encantada o los miradores del Ventano del Diablo tienen unas vistas impresionantes.
Desde Barcelona
Girona, murallas y callejuelas medievales
Girona es una de esas ciudades que enamoran por su autenticidad y belleza. A menos de 40 minutos en AVE de Barcelona, esta ciudad catalana es un destino perfecto para aquellos quienes valoran la historia y el ambiente tranquilo. Su barrio judío es uno de los mejor conservados de Europa que forma un laberinto de calles estrechas que invitan a perderse sin prisa.
La Catedral de Santa María, con su escalinata monumental y su nave gótica, la más ancha del mundo, es solo uno de sus muchos atractivos. El paseo por las murallas ofrece vistas espectaculares y su gastronomía convierte cualquier comida en una experiencia. Además, los amantes de las series pueden reconocer varios rincones de “Juego de Tronos”.
Sitges, modernismo, cultura y mar
A solo 45 minutos en tren desde la estación de Sants, Sitges es una escapada ideal para quienes quieren mar, arte y un ambiente agradable y cosmopolita. Conocida por su vinculación con el modernismo y el mundo del cine, Sitges tiene playas limpias y accesibles, un paseo marítimo ideal para caminar o tomar algo el sol y un casco histórico cuidado.
El Museo Cau Ferrat, antigua casa del artista Santiago Rusiñol, es uno de los lugares imprescindibles, al igual que el Palau Maricel. Además, Sitges tiene una variada oferta de alojamientos, restaurantes y tiendas. Un destino ideal tanto para quienes quieren desconectar en pareja como para quienes quieren adentrarse en la vida cultural local, un destino ideal tanto en verano como invierno.
Tarragona, un legado romano frente al Mediterráneo
Tarragona es la Roma de Hispania. A una hora de Barcelona en tren, esta ciudad combina mar, historia y vida tranquila. Su conjunto arqueológico romano es Patrimonio de la Humanidad y permite recorrer lugares como el anfiteatro frente al mar, el circo romano o las murallas milenarias.
La ciudad está pensada para caminar con calma, disfrutar de las terrazas y saborear una cocina marinera con el pescado fresco y el arroz como base. También es famosa por sus festivales, como Tarraco Viva, que revive el pasado romano, o las fiestas mayores con sus “castells”. El barrio del Serrallo, antiguo barrio de pescadores es perfecto para pasear disfrutando del atardecer y cenar con vistas al puerto.
