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Subastas en España: todo lo que tienes que saber sobre este tipo de ventas que también funciona como hobby

El mercado de las subastas se ha digitalizado y modernizado
El mercado de las subastas se ha digitalizado y modernizado. Freepik
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MadridLas subastas han formado parte del imaginario colectivo desde hace siglos. El sonido de un martillo golpeando la mesa, una sala expectante por ver el artículo, pujas que suben y bajan. Desde las ventas de arte en grandes casas internacionales hasta las pujas más modestas de bienes embargados en juzgados o administraciones públicas. En nuestro país, este sistema no solo sigue vivo, sino que está atravesando un momento de transformación: la digitalización, la apertura a nuevos públicos y la creciente participación de personas que no solo lo ven como una oportunidad, sino también como un hobby.

Ya no hace falta ser un coleccionista millonario para participar: muchos aficionados se han lanzado a las subastas en busca de objetos curiosos, gangas inmobiliarias o piezas con valor sentimental. Cada vez son más los particulares quienes se acercan a las subastas de arte y antigüedades atraídos por el componente lúcido y el descubrimiento de piezas únicas.

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¿Qué tipo de subastas existen en España?

El mundo de las subastas en España es mucho más variado de lo que puede parecer a simple vista. No se trata solo de arte o antigüedades, sino también de viviendas, coches, joyas, maquinaria e incluso lotes industriales. Se puede hablar de cuatro categorías:

Subastas judiciales

Son aquellas que están reguladas por la Ley de Enjuiciamiento Civil, se celebran cuando un juez ordena la liquidación de bienes embargados por deudas, ejecuciones hipotecarias o procedimientos de insolvencia. Desde 2015, la mayoría se suelen celebrar en formato digital a través del Portal de Subastas del BOE, lo que ha aumentado su transparencia y la participación ciudadana.

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Subastas administrativas

Son organizadas por la Agencia Tributaria o por administraciones autonómicas y locales para recuperar deudas fiscales o liquidar bienes decomisados. En la web de la Agencia Tributaria se publican de manera periódica lotes que van desde vehículos hasta inmuebles.

Subastas privadas

Son las que organizan las casas de subastas, galerías y plataformas especializadas. Aquí se pueden encontrar piezas de arte, joyas, antigüedades y coleccionismo. Algunas casas de subastas referentes en el sector son Durán Arte y Subastas, fundada en 1969 o Segre, activa desde 1984.

Subastas online

El auge digital ha permitido que plataformas como Escrapalia acerquen este mercado a un público mucho más amplio, permitiendo participar incluso a tiempo real desde casa.

Las subastas como hobby: qué mueve a los aficionados

Más allá del aspecto económico, muchas personas participan en subastas porque las viven como un hobby cultural y social. La emoción de la puja, el descubrimiento de objetos únicos y la posibilidad de compartir conocimientos convierte esta práctica en un pasatiempo cada vez más extendido.

Para algunos, la subasta es la puerta de entrada a piezas de arte, libros raros, relojes antiguos o monedas que no se encuentran en el mercado habitual. Las subastas de arte en nuestro país han aumentado su público en la última década gracias a este interés creciente.

Por otro lado, hay quienes disfrutan siguiendo subastas judiciales o administrativas con la esperanza de encontrar oportunidades: un coche por debajo de su valor de mercado, un piso embargado o joyas a buen precio.

Además, asistir a una subasta presencial tiene un punto de espectáculo. La tensión de la sala, el murmullo de los participantes, la teatralidad del subastador. Todo esto hace que muchas personas lo disfruten como si fuera una obra de teatro, al margen de si compran o no. De esta manera, las subastas se han convertido en un pasatiempo que es capaz de unir emoción, aprendizaje, y en ocasiones, una inversión rentable.

Ventajas y riesgos de participar en subastas en España

La primera gran ventaja está en el precio, hay veces que se pueden encontrar precios hasta un 50% más bajos que en el mercado en el caso de inmuebles, hay una enorme diversidad de bienes disponibles y hay una mayor transparencia gracias a la digitalización.

Sin embargo, no todo es tan sencillo. Entre los principales riesgos están las cargas ocultas que puedan tener esos inmuebles, el desconocimiento del estado real de los bienes o los costes adicionales que pueden encarecer la compra entre un 10% y un 20%. A ello se suma la exigencia de liquidez inmediata en algunos procesos, y la creciente competencia en el entorno online, que puede disparar el precio de salida y frustrar la expectativa de encontrar una ganga.

Aquellas personas que las abordan con preparación, revisando cargas registrales, calculando bien su presupuesto y con la paciencia suficiente para esperar el lote adecuado, pueden vivir una experiencia tan enriquecedora como rentable.

Cómo hay que prepararse para participar en una subasta

Antes de lanzarse al fundo de las subastas conviene hacerlo con estrategia: lo primero es informarse a fondo sobre el bien recopilando la nota simple registral en inmuebles o el estado real del objeto, hay que fijar un presupuesto máximo incluyendo impuestos y gastos adicionales, familiarizarse con el proceso, por ejemplo, siguiendo subastas en el Portal del BOE sin pujar, y empezar con lotes pequeños antes de dar el salto a adquisiciones mayores. La clave está en aprender poco a poco, aprovechar la experiencia de otros, y si es necesario, apoyarse en asesores profesionales para evitar errores que puedan suponer una gran suma de dinero.