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Un club de natación de invierno en la ciudad siberiana de Krasnoyarsk reúne a jóvenes y viejos de todos los ámbitos. Comparten su amor por la natación, el agua fría y temperaturas que pueden alcanzar los 30ºC bajo cero e, incluso, inferiores. Y no son pocos, aunque parezca loco, porque ya son 300 miembros los que tiene este club llamado Cryophile –el nombre de los organismos que prosperan en el frío- y ubicado a orillas del río Yenesei.












