Así reconoció una víctima al pederasta de Ciudad Lineal: “Es el hombre malo”

Malena Guerra 23/05/2016 15:51

Les mostramos la primera de las ruedas de reconocimiento. El 6 de octubre de 2014. Antonio Ortiz era el número 1. Junto a él otros cuatro policías voluntarios que tenían músculos similares al pederasta. A través de un cristal, aterrorizadas, con apoyo familiar y psicológico pasaban sus víctimas. La primera le señaló dudosa. La segunda no lo reconoció y es uno de los casos desestimados.

Al día siguiente segunda ronda. Ortiz , con chándal, como sus compañeros , en este caso también algún preso colega del gimnasio en prisión. Esta vez sus víctimas no dudaron. Su pelo castaño fue determinante. Al pederasta se le empezaba a notar el cansancio. Ese día hubo turno por la mañana y por la tarde.

La rueda de reconocimiento mas impactante fue con la víctima de origen chino , de seis años, el 13 de noviembre. Se había pospuesto debido a su ingreso en el hospital por las graves lesiones de la agresión. Además tuvieron que esperar a que hablara, y a que fuera capaz de mirar a un hombre a la cara. La pequeña entró la sala en brazos . Al ver a su agresor, escondió la cabeza al tiempo que decía; “es el hombre malo”. Ortiz era el número cinco .

No debió ser fácil para las niñas la identificación. Al no tomar anabolizantes en la cárcel, Ortiz había perdido masa muscular, sobre todo se notaba desde las fotografías de su detención un mes antes. El abogado de la defensa intentó durante toda la instrucción que las ruedas de reconocimiento no fueran tenidas en cuenta. Argumentó que las niñas pudieron ver fotografías del pederasta mucho antes. La fiscalía y los investigadores intentaron que no ocurriera pero el pederasta lucía sus músculos en redes sociales y al final sí se emitieron. El juez no aceptó las quejas porque los padres de las pequeñas prometieron aislarlas de las noticias y por lo tanto de las imágenes. El día de la rueda de reconocimiento, todas prometieron que no habían visto la tele, y que no habían visto las fotografías de Antonio Ortiz.

No importa que la primera de sus víctimas no fuera contundente al identificarlo porque sus huellas y su ADN estaban en la casa de Santa Virgilia (Madrid) que reformaba la madre del pederasta. Ortiz no quitó el embalaje ni de la cama donde presuntamente la agredió. Para llevársela a ella y otra de sus cuatro víctimas violadas, le acusan de usar sedantes, en tal cantidad que las acusaciones piden que sea juzgado por intento de homicidio....la defesa del pederasta buscará en el juicio invalidar las pruebas porque la policía no le dejó a travesar la puerta de la casa para preservar vestigios como estas pisadas de una de las pequeñas.