La policía busca a la trabajadora social esposa del preso fugado de El Dueso

La policía registró ayer esta casa, la vivienda de Torrelavega en la que vivía Guillermo Fernández Bueno cuando salía de prisión. Es el piso que compartía con su mujer, una trabajadora social a la que conoció en la prisión de Santander. Los investigadores están preocupados porque no la encuentran y tampoco responde al móvil. No saben si le ha podido pasar algo, si está retenida contra su voluntad o si se ha fugado con su pareja, un violador asesino. La policía le busca también fuera de España y ha pedido la colaboración de Interpol. Los vecinos hace ya tiempo que no les ven aquí. Sí les vieron el día del Mundial de fútbol cuando España perdió con Rusia. Llegaron con el coche cargado de bultos. Pensaron que venían de vacaciones pero seguramente llegaban de prisión. Casualmente, Fernández Bueno ha estado vaciando la celda de El Dueso. Estaríamos hablando del 1 de julio. Fernández Bueno ha tenido que tener dos permisos de siete días, casi seguidos. En este último permiso hace ahora 11 días no habrían vuelto a esta casa. La trabajadora social, casada con el preso desde 2012, se encargaba siempre de recogerles y este último lunes también lo hizo. Sin embargo, al juzgado tampoco le ha llevado a firmar, un extremo que se está investigando porque la policía no fue alertada. Hasta el lunes, cuando en la cárcel comprobaron que el domingo no llegaba.
Los investigadores analizan el recorrido de este preso peligroso que lleva casi 18 años cumpliendo su condena sin causar problemas. Desde 2012 consiguió los permisos gracias a su relación con la trabajadora social. Había disfrutado ya de 40 salidas. Guillermo Fernández Bueno ha hecho cursos de auxiliar de enfermería, programas de rehabilitación, control de la agresividad y preparación para salir de prisión. Pero los expertos avisan, estaba clasificado como sádico agresivo; un psicópata puede manipular y seducir durante años para conseguir su objetivo.