Tal y como cuentan sus vecinos, David Villa prometía jugando al fútbol desde niño. En el pueblo cuentan que el 'guaje' siempre iba pegándole patadas al balón, aunque fuera una pelota de papel. Su propia profesora de Educación Física asegura que esa era su asignatura favorita. Sin embargo, lo de los estudios nunca fue lo suyo.
Ya sabemos que la habilidad de Villa, que el martes hizo vibrar a toda Europa, le viene de nacimiento. Fue sin discusión, la figura del primer encuentro de la Selección en la Eurocopa.
El siete de España reivindicó con su actuación la importancia que merece en el equipo de Luis Aragonés.