Repostar por la cara

Al mes una gasolinera cualquiera se enfrenta a cuatro o cinco impagos, no suele ser mucho dinero pero si tenemos en cuenta que en España hay cerca de 9100 estaciones de servicio y que el fenómeno se está extendiendo a la misma velocidad que suben los carburantes, no es de extrañar que el colectivo haya dicho basta. Llevará al juzgado a todo aquél que no pase por caja aunque les salga más caro que recuperar lo perdido.

En Madrid los “simpas” se han convertido casi en costumbre. Es la comunidad que más los sufre. En la capital y alrededores 80 conductores llenan sus depósitos por la cara a diario. Unos robos que causan pérdidas en el sector de más de un millón de euros al año.

La mayoría de gasolineras han tenido que invertir cerca de 60.000 euros en cámaras de seguridad o incluso barreras , pero los “expertos” se las apañan para evitar las grabaciones ocultando su rostro o incluso tapando las matrículas. Hasta las barreras sirven de poco. Hay quien las levanta a pulso para no tener que pasar por caja.

En una gasolinera madrileña a parte de interponer la denuncia ante la policía sus dueños han decidido exponer a los infractores en un tablón. Quien se va sin pagar termina “colgado” en un tablón para que se vea bien quien es y el vehículo que conduce. “Lo hacemos para que se sepa quienes son. Si vuelven los expendedores pueden cerrarles el surtidor y por lo menos no vuelven a repostar. También es una medida disuasoria, porque si saben que están aquí expuestos no vuelven” comenta María del Mar Aznar, responsable de la estación de servicio. “Aquí sólo colgamos a los muy reincidentes. Por ejemplo éste. Se fuga siempre. Por lo menos se habrá ido sin pagar diez o doce veces.” Se trata de un motorista que resulta ser un habitual, pero aquí saben que tarde o temprano lo verán por el juzgado.“El que la hace la paga”, nos dice sonriendo, porque las gasolineras no van a dar la más mínima oportunidad.

Juan José sabe cómo se las gastan los gasolineros. Sufrió el robo de un vehículo y apareció en un descampado cinco semanas más tarde. “El problema es que cada dos por tres me llegan citaciones judiciales de que mi coche se ha ido sin pagar en una gasolinera, luego en otra y tengo que andar de juzgado en juzgado, de reclamación en reclamación, etc… un engorro porque tengo la denuncia y al final no va a más, pero me trae de cabeza. De momento van 800 euros y las que faltan por llegar. Según la Guardia civil se fue sin pagar de 30 ó 40 estaciones de servicio.” Su ejemplo sólo es una muestra de que los empresarios del sector van en serio y las denuncias prosperan y terminan llegando.

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