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Sonia y su novio llevaban cuatro años juntos cuando ella comenzó a plantearse un futuro diferente. “Empecé a pensar en que quería una relación abierta. No en ese momento, pero sí en un futuro”, comparte con Yasss la joven de 29 años.
Si bien estaba a gusto con su pareja, su relación tal y como la conocía le parecía limitante. “Yo quería una vida con mi novio, pero me agobiaba pensar que nunca habría nada más”, nos explica, “y sé que para muchas personas eso es una relación. Renunciar a cosas y sacrificarse, pero yo pensé… ¿Y si no tiene por qué ser así para mí?”.
Fue entonces cuando Sonia habló con su novio. Le explicó lo que sentía y él no lo entendió. “Me dijo que no quería una relación abierta, que él estaba satisfecho conmigo, no necesitaba a nadie más. Lo respeté porque yo en ese momento tampoco la quería, sólo hablaba con vistas a futuro”, y ese futuro acabó llegando. “La primera vez que tuvimos esta conversación tendríamos 25 años. Ahora, después de mucho tiempo, confianza, comunicación y experiencias, tenemos una relación abierta”.
Como ella, son muchas las personas que sienten que su relación de pareja actual es limitante, que no se conforman con una relación monógama y que quieren probar otras experiencias.
Para responder a esta pregunta lo primero que debes saber es qué es una relación abierta. Son todas aquellas relaciones que se construyen bajo una no exclusividad afectivosexual. En otras palabras, en las que hay cabida para desarrollar sentimientos hacia otras personas sin ponerles freno, o también para sentirte atraído/a sexualmente y poder actuar en consecuencia.
Dicho esto, lo cierto es que las relaciones abiertas no están construidas para un tipo concreto de persona. Cualquiera puede desarrollar una relación abierta sana igual que cualquiera puede ser feliz en una relación monógama si así lo desea.
Pero, como punto de partida, es importante gozar de una buena comunicación en pareja. Vais a tener que hablar y mucho. ¿Sobre qué? Sobre vuestras necesidades individuales y como pareja, pero también sobre vuestros límites.
Por otro lado, es importante que la relación esté en un punto más o menos sólido y que ambos estéis de acuerdo en la decisión. Imagínate que tu pareja te dice que le pone mucho alguien del trabajo y que o bien abrís la relación, o bien lo dejáis. Bajo amenazas y miedo eso no puede funcionar. No es sano abrir una relación para suplir las carencias de una de las partes o de los dos. Tiene que ser una decisión compartida y reflexiva.