Un estudio vincula por primera vez la baja producción de serotonina y la depresión

  • El hallazgo, realizado por investigadores del imperial College de Londres aparece publicado en Biological Psychiatry

  • A través de imágenes cerebrales han constatado que las personas con depresión tienen una respuesta de serotonina disminuida

  • 280 millones de personas sufren depresión en el mundo, según la OMS

Las personas con depresión tienen una baja capacidad para producir serotonina, según un estudio elaborado por científicos del Imperial College de Londres publicado en la revista Biological Psychiatry.

La conocida como 'hormona de la felicidad' ha estado relacionada tradicionalmente con la regulación de nuestro estado de ánimo, nuestro apetito (también el sexual), la ansiedad, el miedo o la angustia.

Pero, ahora, por primera vez se han recopilado evidencias científicas a través de imágenes cerebrales que prueban que las personas con depresión tienen una respuesta de serotonina disminuida. Pero eso no quiere decir que la disminución de la serotonina sea la causa subyacente de la depresión.

"Esta es la primera evidencia directa de que la liberación de serotonina se reduce en el cerebro de las personas con depresión", ha declarado a The Guardian el profesor Oliver Howes, psiquiatra consultor con sede en el Imperial College y el King's College de Londres, y coautor. “La gente ha estado debatiendo esta cuestión durante 60 años, pero todo se ha basado en medidas indirectas. Así que este es un paso realmente importante”.

Fármacos ISRS

El hallazgo también proporciona una explicación biológica plausible de la efectividad -todavía relativa- de los principales fármacos empleados contra la depresión, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).

La hipótesis que relaciona de forma directa la serotonina y la depresión surge tras análisis de cerebros post morten y análisis de sangre. El principal problema que tienen los científicos para medir con precisión la relación entre serotonina y depresión es que es difícil medir cómo funcionan estos transmisores en los cerebros de las personas vivas. "No podemos poner una pipeta ahí y tomar una muestra. Esto es lo más cerca que es probable que lleguemos”, afirma Howes.

En su estudio, los investigadores se sirvieron de 17 personas con trastorno depresivo o con depresión relacionada con la enfermedad de Parkinson. Junto a ellos, se reclutó otros 20 voluntarios sanos.

A todos ellos se les realizó una tomografía por emisión de positrones (PET) , que usa un marcador radiactivo para comprobar cuánta serotonina llegaba a ciertos receptores cerebrales. Luego, para estimular la producción de la 'hormona de la felicidad' se les dio una dosis de anfetaminas. Los estudios demostraron que las personas deprimidas segregaron menos serotonina.

El estudio publicado en Biological Psychiatry ha despertado el escepticismo de parte de la comunidad científica que considera el hallazgo poco concluyente. Consideran que el estudio no proporciona evidencia convincente de que una anomalía de la serotonina sea la causa o el mecanismo subyacente a la depresión, o una de las causas o mecanismos.

280 millones de personas con depresión

Los propios autores del estudio admite que se trata de un primer paso que abre una línea de investigación que debe ampliarse, pero que abre una puerta a tratamientos más precisos.

Según la Organización Mundial de la Salud, la depresión afecta al 3,8% de la población mundial, un porcentaje que sube al 5% en adultos. La OMS calcula que 280 millones de personas en el planeta sufren depresión.

En el Plan de Acción sobre Salud Mental 2013- 2030 de la OMS se establecen las etapas requeridas para ofrecer intervenciones adecuadas a las personas con trastornos mentales, en particular con depresión.