La hija de Hilda Siverio habla de su mayor miedo: "Cada vez que voy al hospital, me tiemblan las piernas"

  • Hilda Siverio sigue en cuidados paliativos en el hospital

  • Lleva 8 años luchando contra el cáncer de mama triple negativo

  • Su hija Valeria es su mayor apoyo durante la enfermedad

Al igual que Emi fue la otra mitad de Elena Huelva antes, durante y después de su lucha contra el cáncer, Valeria, la hija de mayor de Hilda Siverio, es el gran apoyo de la tinerfeña, enferma de cáncer de mama triple negativo desde hace más de ocho años. Hilda, la eterna sonriente, sigue ingresada en el hospital en cuidados paliativos y, tanto ella como su hija han publicado divertidos vídeos sobre estos últimos días, a pesar de su dureza.

Fue la propia Valeria la que, muy decepcionada, perdió ese buen humor que caracteriza a su familia y habló muy en serio en sus redes sociales. La joven denunciaba que los seguidores de su madre, al notar su silencio en Instagram y TikTok, no paraban de mandarle mensajes - nivel, 20 mensajes cada 4 minutos - , cuando lo único que estaba intentando era "despedirse" de su madre en paz.

"Me pregunto, ¿te imaginas que es la última vez?"

La palabra "despedida" causó mucha tristeza en la horda de fans de Hilda pero, un vídeo posterior, grabado por ella misma, demuestra que esta mujer 'insumergible' sigue luchando contra la muerte. Ella y Valeria pasan largas jornadas en la habitación del hospital y, ahora, la joven, ha confesado lo mal que lo pasa cada vez que afronta un nuevo día:

"Tengo miedo. Cada vez que subo a ese hospital, me tiemblan las piernas. Me pregunto, ¿te imaginas que es la última vez? Entonces, lo que pienso es que voy a hacer que sea la mejor última vez. Así, no dejo que el miedo se apodere de mí, solo me permito sentirlo.

En el mismo vídeo, Valeria ha dado una gran lección sobre la forma de aceptar el dolor y el duelo (porque el duelo también se hace durante una larga enfermedad): "No se puede intentar ser alegre, no aceptar esas emociones que estás sintiendo y apartarlas a un lado. Mal. Es un error no querer afrontar ese dolor por temor a sufrir porque, tarde o temprano, vas a sufrir. No sólo hay que aprender de las emociones buenas, también de las malas", ha dicho, con una madurez de que la su madre - que le ha enseñado lo que es la vida, en todo su conjunto - estará muy orgullosa.